París, 12 de junio. Valerie Trierweiler, compañera del presidente francés, François Hollande, hizo este martes una pasmosa intromisión en la campaña de la elección legislativa, mezclando política y vida privada, al apoyar al adversario de Segolene Royal, la ex pareja del mandatario.

Fue un tuit que causó el efecto de una bomba: 22 palabras con las cuales Trierweiler toma partido por Olivier Falorni, quien podría eliminar a Royal en la circunscripción de La Rochelle (oeste) en la segunda vuelta, con el apoyo implícito de la derecha.

El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, declaró este martes que el presidente Hollande y él sostenían a fondo la candidatura de Royal, asegurando que el resto no eran más que peripecias, en alusión al apoyo de Trierweiler al disidente socialista.

Royal corre el riesgo de perder las elecciones frente a Falorni, quien no aceptó la designación de candidatura de Royal por el PS y mantuvo la suya.

Ánimo a Olivier Falorni que no ha desmerecido, que lucha junto a los rochelanos (habitantes de La Rochelle, ciudad a cuya diputación se presenta Royal) desde hace tantos años con un compromiso desinteresado, escribió Trierweiler en su cuenta de Twitter.

Consultada por Afp sobre la realidad de ese mensaje de aliento, Trierweiler respondió por mensaje telefónico con un sí.

Esta postura contra la mujer que fue durante unos 30 años compañera de François Hollande, con quien tuvo cuatro hijos, pareció al comienzo tan poco creíble que la primera secretaria del Partido Socialista (PS), Martine Aubry, estaba convencida de que era un mensaje falso.

El tuit causó indignación entre algunos políticos de izquierda. Hemos elegido a Hollande, no a Trierweiler ¿Por qué tiene que meterse?, reaccionó el diputado socialista Jean-Louis Bianco, allegado a Royal.

Eso no se hace. No hay por qué hablar aquí de independencia. Es un golpe indecente. Royal es la madre de los cuatro hijos de Hollande, que Trierweiler no lo olvide, dijo a su vez el eurodiputado verde, Daniel Cohn-Bendit.

“El tuit es increíble, alucinante. En el mundo político, un mensaje así, que alcanza semejante difusión, es algo inédito”, declaró el politólogo y profesor universitario Arnaud Mercier.

Royal obtuvo 32.03 por ciento de los votos en la primera vuelta el domingo pasado, y enfrentará en segunda ronda a Falorni, excluido del PS, que obtuvo 28.91 por ciento, pero quien está bien ubicado para ganar con el apoyo implícito de la derecha local.

El partido socialista se movilizó también para apoyar a Royal. Las jefas del Partido Socialista y de los Verdes (aliados del PS) –Martine Aubry y Cécile Duflot, respectivamente– se trasladaron este martes a La Rochelle para respaldarla.

Hace unos días el primer ministro Ayrault viajó a La Rochelle para apoyar la candidatura.

Falorni, por su parte, se congratuló inmediatamente por el espaldarazo.

Es un bello mensaje de amistad, de apoyo personal, lo que evidentemente me satisface en un contexto en el que recibo muchos golpes, muchos ataques injustos. En fin, que me congratulo por esas palabras, por ese mensaje amistoso, declaró el candidato ante la prensa.

Pero ese apoyo es al mismo tiempo una puñalada a quien fue su rival en la vida privada. Con ello, Trierweiler contradice la voluntad proclamada del jefe de Estado de mantener separadas su vidas pública y privada, hasta el punto de que sus hijos no asistieron a su investidura como presidente.

Royal y Hollande vivieron juntos unos 30 años y tienen cuatro hijos. La pareja anunció su ruptura en 2007, después de la derrota de Royal en la elección presidencial. Tres años más tarde, Hollande oficializó su relación con Trierweiler, periodista que trabaja para el semanario Paris-Match.

El mensaje de Trierweiler puso en incómoda situación a los socialistas, empezando por la primera secretaria del partido, Aubry. Lo único que nos importa es el apoyo de Hollande a Royal, y éste es claro y neto, declaró Aubry.

La derecha, por su parte, se mostró muy divertida. “El vaudeville llegó al Elíseo. Los socialistas tienen al menos una virtud: nos hacen reír”, declaró el diputado derechista Eric Ciotti. “Unas semanas después de la elección del nuevo presidente, la ‘república ejemplar’ cede el paso a la mala crónica people”, comentó un concejal del partido de derecha UMP, Geoffroy Didier. “Ahora, es Dallas en el Elíseo”, agregó.