Los estudios que imparte son un referente de la pedagogía teatral en el país
comprometidos y críticos
La celebración incluye un amplio programa con cursos de actualización y la publicación de dos libros
Nos interesa estar al día respecto del contacto del teatro con lo que sucede en la sociedad
, asevera su director
El día 18, encuentro de alumnos y docentes del centro, en la Casa del Lago
Miércoles 13 de junio de 2012, p. 4
Reconocido como uno de los más importantes centros de enseñanza y formación de actores y actrices del país, el Centro Universitario de Teatro (CUT), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cumple 50 años.
La efeméride es celebrada con una serie de actividades, como cursos de actualización y especialización, la publicación de dos libros: uno sobre la puesta en escena y otro sobre la formación de docentes, así como un encuentro que se efectuará en la Casa del Lago, el 18 de junio, entre alumnos, profesionales y docentes de varias generaciones.
Desde su fundación, el CUT ha pasado por diversas restructuraciones, tanto arquitectónicas como académicas. Entre sus actuales retos está formalizar como licenciatura
los estudios que imparte y, a mediano plazo, conformar junto con otras instancias universitarias un laboratorio de artes escénicas que ofrezca nuevas opciones de formación e investigación
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El origen del CUT se dio gracias a la existencia previa de dos importantes movimientos teatrales: uno fue Teatro en Coapa, fundado en 1955 en la Escuela Nacional Preparatoria 5, encabezado por el maestro Héctor Azar, y el otro impulsado desde la Casa del Lago, movimiento al que se denominó Poesía en Voz Alta, en el que participaban creadores como Juan José Arreola, Octavio Paz, Elena Garro, Juan García Ponce, Juan Soriano, Leonora Carrington, José Luis Ibáñez y Héctor Mendoza.
Con Poesía en voz Alta comenzó una nueva etapa donde la atención se centraba ya no tanto en el actor o en la obra, sino en el concepto puesta en escena
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En ese contexto, Azar fundó en 1962 el Centro Universitario de Teatro, en el Foro Isabelino, hoy Museo Experimental El Eco (avenida Sullivan 43, colonia San Rafael).
Durante los primeros 10 años, en el CUT se impartían cursos específicos para los interesados en el teatro. Fue en 1973, con Héctor Mendoza, que se convirtió en una escuela formal de actuación, donde los aspirantes a actores y directores adquirían conocimientos y experiencias que otros lugares de formación teatral no ofrecían, por lo que se volvió un referente para otras escuelas.
De ahí se empezó a perfilar el CUT como un singular centro de enseñanza teatral universitaria, donde en su momento se desarrolló un proyecto que luego algunos investigadores llamarían la Escuela Mexicana de Actuación o escuela mendocina, ya que fue impulsada por Héctor Mendoza.
Luego de Mendoza, al CUT lo han dirigido Luis de Tavira, Ludwik Margules, José Caballero, Raúl Quintanilla, Raúl Zermeño, José Ramón Enríquez, Antonio Crestani y actualmente Mario Espinosa.
El cambio de sede del CUT se dio en 1968, cuando el Foro Isabelino –por distintas circunstancias– fue tomado por el CLETA y se trasladó a una casona al barrio de San Lucas, en Coyoacán. Posteriormente, con el apoyo de la comunidad teatral, De Tavira gestionó que el CUT se cambiara al edificio donde hoy se encuentra: atrás de la Sala Nezahualcoyotl del Centro Cultural Universitario.
Con el tiempo, ese edificio, como no estaba considerado dentro del programa arquitectónico del Centro Cultural Universitario, fue restructurado y ampliado.
En 1988 el CUT adquirió oficialmente su condición actual como centro de extensión universitaria dependiente de la Coordinación de Difusión Cultural.
Durante el periodo de Ludwik Margules se instauraron estudios de escenografía y dirección de escena, que al término de su gestión no continuaron.
Con periodos más cortos al frente de la dirección estuvieron José Caballero y Raúl Quintanilla. Luego vinieron las gestiones de Raúl Zermeño y José Ramón Enríquez.
Reforma académica
En un principio, comenta Mario Espinosa, “los planes de estudios en el CUT estaban muy cercanos al proyecto artístico del director en turno. Con el tiempo, la escuela se ha ido formalizando como tal, es decir, los alumnos se dejan de preparar para el teatro que hacía el director.
Se da una transformación, la cual ocurre en el tiempo de Raúl Zermeño y José Ramón Enríquez. De ahí se va formalizando el plan de estudios y quien termina ese objetivo es Crestani, al sistematizar académicamente las materias y le aumentó un año a la carrera: de tres pasó a cuatro.
Ahora, el reto fundamental es conseguir el reconocimiento institucional universitario de esos estudios a nivel licenciatura, manteniendo la especificidad de la escuela. Ya realizamos la reforma académica que presentaremos a las autoridades correspondientes y regresando de vacaciones iniciaremos el trámite
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Espinosa explica que el CUT es distinto al Colegio de Literatura Dramática y Teatro, de la Facultad de Filosofía y Letras, debido a su plan de estudios y al enfoque. Por ello, aclara, se justifica que existan dos escuelas de teatro dentro de la UNAM
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Ambas tienen distintos enfoques, abunda el funcionario. En el CUT todo se ordena en torno a los procesos creativos y de producción. Como son grupos pequeños, la atención es personalizada. Mientras en la facultad se tiene una estructura más tradicional. Hay muchos maestros y materias, así como un plan de estudios más flexible que permite al alumno diseñar su carrera al gusto, es decir, escoge sus docentes y materias
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Los estudios formales de teatro que se imparten en el CUT desde hace más de cuatro décadas son considerados un punto de referencia de la pedagogía teatral mexicana.
Al ser una escuela que procura la excelencia académica, en el CUT no existen exámenes extraordinarios en ninguna materia. Cuando un estudiante reprueba alguna asignatura automáticamente causa baja. Asimismo, el alumno que no obtenga al final de cada semestre un promedio general mínimo de calificación de 8.0 (ocho) es dado de baja.
A lo largo de medio siglo, por el CUT han pasado innumerables y reconocidos creadores escénicos que han forjado a distintas generaciones de profesionales del quehacer teatral.
En sus aulas estuvieron talentosas figuras que lo mismo trabajan en teatro, cine y televisión o bien se han inclinado por la dirección, la dramaturgia o la investigación, como Luisa Huertas, Mauricio Jiménez, Jesusa Rodríguez, Rodolfo Obregón, Miguel Flores, Rosa María Bianchi, Julieta Egurrola, Blanca Guerra, Claudio Obregón, Astrid Hadad, Dolores Heredia, David Hevia, Sabina Berman, David Olguín, Margarita Sanz, Juan Carlos Vives, Lumi Cavazos, Juan Carlos Colombo, Mauricio García Lozano, Ximena Escalante, Álvaro Guerrero, Silverio Palacios, Marco Antonio Silva y Humberto Zurita, por mencionar algunos.
Entre los profesores que han impartido clases se enlistan Hugo Argüelles, Alejandro Luna, Margo Glantz, Julio Castillo, Juan Tovar, Adam Guevara, Ignacio Retes, José Luis Ibáñez, José Antonio Alcaraz, Germán Castillo y Busi Cortés, así como muchos ex alumnos que han regresado a compartir su experiencia profesional.
Hoy día, el Centro Universitario de Teatro recibe máximo 16 alumnos cada año, de los que egresan 14. Cuenta con una matricula de 70 estudiantes, en los cuatro años que dura la carrera y con una plantilla de alrededor de 30 profesores.
El plan de estudios, de acuerdo con los lineamientos escolares, explica Mario Espinosa, “se encuentra en constante autoevaluación y revisión.
“El proceso de selección, el desarrollo académico de sus alumnos, la experiencia de varias puestas en escena durante la carrera, así como los programas y materias que se imparten, responden a una planeación basada en la permanente retroalimentación que permiten sus rigurosos procesos académicos.
De ahí la importancia de la interlocución entre los distintos integrantes del CUT y de la existencia de distintos colegios de profesores que, ya sea por grado o por área, se reúnen en forma periódica para evaluar la pertinencia del plan de estudios, las particularidades de cada materia y el funcionamiento de cada grupo en particular
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Cuatro ciclos académicos
La carrera de actuación que se imparte en el CUT consta de cuatro ciclos académicos, cada uno con duración de un año lectivo. Se estructura en cinco áreas, algunas de las cuales tienen varias líneas de formación que se concretan en diferentes materias.
Las cinco áreas son: actuación, cuerpo y movimineto, músico-vocal, cultura teatral y cultura general.
El trabajo de los tres primeros años de carrera integra materias como actuación, acondicionamiento físico, expresión corporal, técnica vocal, música, apreciación teatral, literatura dramática, mecánica teatral, acrobacia, danza urbana, historia del teatro, producción teatral, historia de los sistemas de pensamiento y estética del Siglo de Oro, entre otras materias.
El cuarto año los noveles actores deben tomar cursos y talleres especializados, así como realizar dos puestas en escena con características profesionales.
El objetivo es dotar al estudiante de una experiencia teatral en forma y confrontar con el público el primer trabajo profesional de cada generación que egresa.
Para Espinosa, se trata de un sistema educativo enfocado hacia el vínculo entre los procesos de creación y producción, que integre también los conocimientos que vienen de la tradición como los que se desarrollan en el teatro contemporáneo.
“La idea es continuar con el espíritu y los propósitos del CUT, respecto de formar profesionales de la escena comprometidos y críticos, así como generar una propuesta estética e ideológica en constante diálogo, no sólo con otras manifestaciones artísticas sino, sobre todo, con la sociedad contemporánea en la que se desenvuelven los egresados.
Nos interesa la parte propositiva. Estar al día respecto del contacto del teatro con lo que sucede en la sociedad
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El CUT cuenta con dos foros: uno de formato a la italiana, con capacidad para 86 espectadores, y otro experimental o caja negra para hasta 70 personas, que se inauguró en 2005.
Recientemente se instaló en uno de los patios interiores una velaría, especie de techo en forma de vela, donde se podrán realizar distintas actividades al aire libre. Cuenta además con un gimnasio y una biblioteca, así como tres salones de clase, entre otras instalaciones y servicios.
Maracanazo, obra conmemorativa
Para los 50 años del CUT, a lo largo del ciclo escolar se imparten cursos de actualización y especialización; en fecha próxima se publicarán dos libros: uno sobre la puesta en escena, a cargo de Rubén Szuchmacher, y otro sobre la formación de docentes, realizado en colaboración con el instituto de investigación teatral alemán.
Actualmente está en cartelera la puesta en escena Maracanazo, obra escrita por Ernesto Anaya, como parte de los festejos.
Por otra parte, al considerar que los profesores de actuación se han hecho generalmente dando clases, en agosto comenzará el proyecto formación de formadores para maestros de actuación
, en el que participarán distintas instituciones y creadores escénicos nacionales y extranjeros.
Asimismo, el 18 de junio se efectuará un encuentro sólo con alumnos, profesionales y docentes de distintas generaciones del CUT, en la Casa del Lago (Primera sección del Bosque de Chapultepec).