En el mundo se han realizado 21 trasplantes de extremidades superiores bilaterales (los dos brazos) y en México, médicos del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición (INCMN) Salvador Zubirán efectuaron el número 22, el primero en América Latina, por el cual Gabriel Granados recuperó la posibilidad de volver a ser independiente y reincorporarse a la actividad productiva.

Ayer regresó a su casa, luego de casi tres semanas de internamiento en el hospital durante las cuales la respuesta de los miembros trasplantados ha sido positiva. No existe razón para que tenga complicaciones, aseguró Martín Iglesias Morales, jefe del Servicio de Cirugía Plástica del INCMN, quien realizó el procedimiento quirúrgico.

Explicó que la cirugía duró 17 horas, participaron 19 médicos y enfermeras dentro del quirófano en un procedimiento que implicó unir poco a poco huesos, una arteria, tres venas, tres nervios y 18 músculos y tendones. Este tipo de trasplante es técnicamente más complejo que el de órganos, comentó el director del INCMN, Fernando Gabilondo.

Durante una conferencia de prensa en el instituto, el doctor Iglesias informó que el paciente volverá al nosocomio para iniciar la terapia de rehabilitación, la cual durará alrededor de dos años.

En ese lapso la movilidad y funcionalidad de Gabriel puede ser de 75 a 95 por ciento; aunque, la posibilidad de mejorar no se terminará mientras viva. Al menos esa es la experiencia del trasplante que en 1999 se realizó en Kentucky, Estados Unidos. Cada año el paciente reporta avances en la funcionalidad de brazos y manos.

Ya de salida del INCMN, Gabriel pasó al auditorio donde se realizaba la conferencia. Comentó cómo de un sentimiento inicial de tristeza total y el deseo de morir por la pérdida de sus brazos, pasó a otro –aún sin conocer la posibilidad del trasplante–: por algo será que sigo aquí.

Luego de más de un año de la quemadura eléctrica que sufrió en su casa y de las limitaciones con que ha vivido, tiene una renovada esperanza de que podrá hacer su vida normal y sobre todo, volver al trabajo. Aunque, aclaró, ya me dijeron que deberé tener mucha paciencia para aguantar la terapia que viene.

El proceso será muy largo, según explicó Iglesias. Un dato indicativo es que ayer, luego de 20 días de la cirugía, Gabriel sólo sentía como si sus brazos estuvieran dormidos y sólo hasta la muñeca. No tenía sensibilidad en las manos y de acuerdo con la explicación del especialista, pueden transcurrir meses antes de que logre movilidad de dedos; pero sin duda lo logrará, afirmó.

Explicó que el trasplante de extremidades superiores sólo está indicado en personas que, las perdieron en algún accidente y si son previamente sanos, como Gabriel. Algo que se hizo evidente es que en México existe una gran necesidad de cirugías de este tipo. Iglesias comentó que hasta antes de que se difundiera la información del trasplante realizado a Gabriel, en el INCMN había 23 pacientes en proceso de evaluación para determinar si son candidatos a la operación. En días recientes llegaron al hospital 30 personas más.

El problema es que por diferentes razones no todos son candidatos y aun los que tienen mayores posibilidades se enfrentan a un obstáculo grande: la falta de donación de extremidades. Iglesias detalló que además de los requerimientos que existen para los trasplantes de órganos, en el caso de brazos y manos son donaciones casi bajo pedido, pues es indispensable que entre receptor y donador exista coincidencia en talla y peso, color de piel, distribución del vello e incluso morfología de las manos.

La cirugía de Gabriel se logró después de más de un año de estudios clínicos y espera de que llegara la donación, pero en los siete años previos el entrenamiento del equipo médico que encabeza el doctor Iglesias fue intenso. Aunque estaban listos para iniciar en 2009 hasta ahora fue posible realizar el procedimiento.

El siguiente paso, comentó el especialista, es extender este beneficio a las personas afectadas por la artritis reumatoide y otros padecimientos degenerativos, para los cuales la única alternativa de recuperar la salud y funcionalidad de sus manos sería con un trasplante. Mencionó que sólo en el INCMN existe un registro de 3 mil 600 individuos con algún grado de discapacidad por esta causa; la mayoría son mujeres.