Jueves 7 de junio de 2012, p. 2
Washington, 6 de junio. Las personas que sufren de depresión aguda son más proclives a continuar con una terapia si se proporciona por teléfono, pero las sesiones presenciales funcionan mejor en el largo plazo, sugirió un estudio realizado en Estados Unidos que compara ambos enfoques.
Los resultados destacan los altibajos de una opción de tratamiento cada vez más común, dijeron los investigadores de la Universidad Northwestern de Chicago, cuyo estudio apareció el martes en la revista Journal, de la Sociedad Médica Estadunidense.
El estudio incluyó a 325 personas diagnosticados con trastorno depresivo agudo, que fueron seleccionadas al azar para recibir 18 sesiones por teléfono o 18 presenciales.
Los de sesiones telefónicas tenían menor tasa de abandono antes de finalizar el estudio: 21 por ciento no terminó el tratamiento, comparado con 33 por ciento de quienes recibían terapia presencial.
Sesiones presenciales
Si bien ninguno de los dos prevaleció sobre el otro en la reducción de la depresión en las 18 sesiones, los que se encontraban frente a un terapeuta fueron significativamente más propensos a superar su depresión a largo plazo.
En una encuesta de seguimiento seis meses después, 32 por ciento de los pacientes con terapia presencial mostraban una remisión total
, en comparación con 19 por ciento del grupo tratado por teléfono.
Y aunque todos los pacientes habían mejorado en seis meses, independientemente de la terapia que hubieran llevado, los del grupo de tratamiento telefónico tuvieron tres puntos más en una escala de depresión que los que tenían sesiones presenciales.
La diferencia de tres puntos es de importancia clínica cuestionable, pero plantea la duda de si algunas personas corren el riesgo de empeorar después de una terapia telefónica en comparación con quienes reciben la presencial
, dijo el autor principal del estudio, David Mohr.