En tres días se han realizado tres ataques con saldo de 27 muertos: inteligencia paquistaní
En riesgo, la reapertura de rutas de suministro para fuerzas de la OTAN en Afganistán
Martes 5 de junio de 2012, p. 29
Islamabad, 4 de junio. Pakistán condenó en duros términos este lunes el aumento de los ataques con aviones no tripulados estadunidenses en su territorio, con un lenguaje que podría elevar las tensiones entre los aliados estratégicos, que ya están en disputa por las rutas de abastecimiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) cerradas por Islamabad.
Tres ataques en tres días contra presuntos militantes han dejado 27 muertos, según funcionarios de inteligencia paquistaníes.
Estados Unidos y Pakistán están estancados en difíciles negociaciones para la reapertura de las rutas de suministro de la OTAN a sus fuerzas en Afganistán.
Islamabad bloqueó las rutas en noviembre del año pasado después de que 24 soldados paquistaníes murieron en un ataque con fuego amigo
transfronterizo de aviones de la OTAN.
Las líneas de suministro a través de Pakistán son consideradas vitales para la planeada retirada de la mayoría de las tropas de combate desde Afganistán antes del fin de 2014.
El ataque de la OTAN hundió el vínculo estratégico, que se deterioró a mínimos históricos, y provocó que los líderes paquistaníes reclamaran una revisión de las relaciones. El Parlamento paquistaní llamó al fin de los ataques de aviones no tripulados y el ministro de Relaciones Exteriores dijo a Reuters en abril que Estados Unidos soslayaba las demandas de Islamabad para poner fin a las operaciones.
Públicamente, las autoridades paquistaníes condenan el uso de los aviones porque violan la soberanía, y advierten a los estadunidenses que están irritando a los ciudadanos y empujándolos a la militancia armada.
Pero los analistas dicen que los ataques exitosos, sobre todo aquellos que matan a las figuras más destacadas, no serían posibles sin la ayuda de las agencias de inteligencia paquistaní. No está claro cuánta inteligencia han compartido los dos aliados en los últimos meses.
Los recientes ataques ocurrieron en el área tribal de Waziristán del Norte, cercana a la frontera con Afganistán. Las autoridades estadunidenses creen que los miembros de la red Haqqani, uno de los grupos insurgentes afganos más peligrosos, tienen allí su base.
La inestable región también aloja a integrantes de la red Al Qaeda. Washington asegura que los ataques de aviones controlados remotamente (conocidos como drones) son altamente efectivos y representan un arma importante en la guerra contra la militancia.
El gobierno de Barack Obama ha incrementado el uso de drones y los ha clasificado como legales dentro de la ley internacional. La campaña aérea es uno de los tantos puntos de fricción en las negociaciones para reparar las relaciones, que se han deteriorado seriamente luego de una serie de incidentes, como el ataque secreto en el que fuerzas estadunidenses mataron a Osama Bin Laden en Pakistán, el año pasado.