Más de 300 músicos de 60 agrupaciones participan en el decimoprimer festival de música y danza Son de Milo, que ayer comenzó y concluye este domingo, en la explanada principal de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros.

El encuentro de música tradicional mexicana, que reúne a músicos locales y de diversos estados también ofrece, de manera gratuita actividades alternas como talleres, conferencias y muestras gastronómica y artesanal.

Desde ayer en la explanada de esa institución se observan y escuchan sones, huapangos y chilenas, entre otros, cuyos ritmos nos hacen bailar y disfrutar el sabor de nuestra tierra, explicó Rodrigo Rojas Aragón, coordinador del festival.

“Tendremos música –informó– de tierra caliente tanto de Michoacán y Guerrero, con sones y bustos; los representantes de Colima con sones y mariachi tradicional, incluidos los huapangos de la Huasteca y sones jarochos de agrupaciones que vienen del Sotavento.”

Durante el desarrollo del encuentro, el cual es uno de los cuatro grandes proyectos generados a lo largo de 48 años de permanencia y vigencia del taller de danza Tezcatlipoca de esta institución se sumarán la música de la costa de Oaxaca, las propuestas artísticas de los estados del norte del país, tamborileros, jaraneros yucatecos y la marimba chiapaneca.

En la explanada que se ubica a unos metros de la estación Normal del Metro se presentan agrupaciones que interpretan un amplio abanico de la música tradicional mexicana, entre las que figuran Mono Blanco, Camperos de Valles, Banda Clásica de Oaxaca, Los Hijos de la Matraca, Zazhil, La Zafra, Los Arrieros, Los Parientes de Playa Vicente, Trío Aguacero, Ernesto Anaya, Los Cocoteros de Colima y Chucho Gil y sus copleros.

A diferencia de años anteriores, participan grupos que provienen de otras entidades, lo cual enriquecerá el encuentro, además de los artistas locales quienes realizan un excelente trabajo.

También, manifestó Rojas Aragón, a lo largo de más de una década hemos alcanzado gran repercusión no sólo a escala local, sino nacional, pues estamos convencidos de que el encuentro permite la cohesión social y una mejor convivencia.

Asimismo, añadió, los valores que aquí se manifiestan repercuten en la formación y en la transformación de los ciudadanos que participan en estas jornadas.

Movimiento sonoro incluyente

Una de las principales características del festival, aseveró Rodrigo Rojas, es que se trata de un movimiento musical incluyente que respeta las formas puras y tradicionales, además de dar cabida a propuestas de creadores, intérpretes y compositores que renuevan y dan frescura a nuestro amplio patrimonio musical.

Son de Milo surgió en 2002 a manera de homenaje y reconocimiento a la trayectoria del profesor Hermilo Rojas Aragón, después de su muerte.

El festival termina mañana en la explanada de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros (avenida México-Tacuba, estación Normal del Metro).

Hoy, las actividades comienzan a las 10 horas y concluyen a la medianoche y, mañana domingo, de 10 a 23 horas. Entrada gratuita.