Del 30 de marzo al 9 de mayo (primera mitad de la campaña proselitista) fueron publicadas 761 encuestas de preferencias electorales, cifra sin precedente en México. Sin embargo, no todas las mediciones han cumplido con el rigor científico y/o los requisitos que exige el Instituto Federal Electoral (IFE) para su difusión.

Ante ello, los consejeros electorales advirtieron –durante la sesión de ayer– algunos riesgos de esta práctica, principalmente por la diferencia en los resultados probables para una misma elección, con metodologías aparentemente similares.

Una veintena de empresas encuestadoras han omitido elementos importantísimos en sus estudios; en 11 de éstos (mediciones locales) no se presentó ningún elemento que refiera apego a criterios científicos mínimos e incluso se desconoce quiénes son los responsables de los levantamientos”, advirtió Edmundo Jacobo, secretario general del IFE.

En nueve casos de mediciones nacionales se detectó información faltante o parcial. Ante ello, Jacobo Molina subrayó que los criterios estadísticos y científicos concretos son los que diferencian a las encuestas profesionales de los ejercicios propagandísticos y las cifras improvisadas que de vez en vez suelen aparecer.

Entre los elementos que no se reportan están la tasa general de rechazo (de donde se desprende una eventual intervención no científica en los resultados), el software utilizado para el procesamiento, la base de datos y la metodología para determinar la muestra aleatoria.

Hay encuestas que no han tenido mayor empacho en demostrar que tienen bases científicas y que son sólidas, y así las juzgarán los ciudadanos; sin embargo, hay otras en que los votantes no tendrán elemento de juicio alguno, dijo la consejera María Marván.

Michoacán, ejemplo discordante

A su vez, el consejero Lorenzo Córdova comentó: Es preocupante que haya algunos medios de comunicación que no han contestado los requerimientos que ha hecho esta autoridad electoral. Como el ejemplo más lamentable de discordancia citó el reciente proceso electoral en Michoacán, donde los tres candidatos, con encuestas en mano, se proclamaron ganadores.

Al presentar un informe acerca del cumplimiento de los lineamientos aprobados por el IFE para la difusión de estos estudios, el organismo destacó el aumento de encuestas.

Para mayo de 2009, el instituto había recibido 25 estudios sobre encuestas realizadas; en mayo de 2006 (anterior elección presidencial) se habían captado 57. En cambio, en este año al corte de mayo ya se han recibido 134, es decir, un aumento de 135 por ciento respecto de la elección presidencial pasada y 436 por ciento con la de 2009.

En lo que se refiere a encuestas originales, en el periodo de precampaña (18 de diciembre a 15 de febrero) fueron difundidas 125 encuestas; en intercampaña (16 de febrero a 29 de marzo), 181, y del 30 de marzo al 9 de mayo (el más reciente corte del IFE), 761.