El Partido Revolucionario Institucional (PRI) formalizó una queja ante el Instituto Federal Electoral (IFE) en contra del presunto financiamiento ilícito de la campaña del candidato presidencial del Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, por 6 millones de dólares.

En su recurso, el tricolor cuestiona la violación al tope de aportaciones privadas, sugiere presuntas violaciones de financiamiento de empresas y aporta como prueba publicaciones periodísticas para demandar la intervención de la unidad de fiscalización del instituto.

En tanto, el responsable de esa instancia, Alfredo Cristalinas, sostuvo que el camino a seguir en la queja priísta depende mucho de los indicios que se presenten. La grabación por sí misma no aporta ninguna prueba, las evidencias documentales son mucho más eficientes, dijo. Agregó que para que se consume la irregularidad no basta con la petición del dinero, sino que ésta se concreta cuando se comprueba que el dinero efectivamente ingresó en las finanzas de la campaña.

Al ser entrevistado sobre la cena donde colaboradores de López Obrador presuntamente habrían solicitado 6 millones de dólares, Cristalinas reconoció que la investigación podría llevar tiempo para el desahogo de pruebas, no porque la unidad quiera demorar el procedimiento, sino porque la propia investigación puede llevar a abrir varias cuentas para poder ser investigadas y hay que acercarse a otras autoridades, como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, el Servicio de Administración Tributaria, los cuales toman sus tiempos para atender estas diligencias.

A su vez, el representante legislativo del Partido Acción Nacional (PAN), Agustín Castilla, sostuvo que la petición de 84 millones de pesos es absolutamente ilegal, porque no solamente viola los topes en las aportaciones individuales –1.6 millones de pesos– sino también el tope global de aportaciones privadas, que son de alrededor de 32 millones. En una cena se pensaba recabar 25 por ciento del tope de campaña para esta elección presidencial, por lo que el PAN preparaba también una queja.

En conferencia de prensa, el representante priísta ante el IFE, Sebastián Lerdo de Tejada, cuestionó el doble discurso de López Obrador, que tiene la cachaza de reivindicar su honestidad y en una sola cena sus colaboradores pretendían ingresar el triple del tope de aportaciones privadas a una campaña presidencial.

Dijo que si ese tope es de 32 millones de pesos, se buscaba ingresar a las finanzas de la campaña más de 90 millones, por lo que juzgó que la unidad de fiscalización del IFE tiene elementos suficientes para investigar a la brevedad sobre estas irregularidades, aprovechando sus facultades que le allanan el secreto bancario. Por ello, el priísta demandó a esa instancia presente un informe sobre las investigaciones antes de la elección.

El consejero electoral Lorenzo Córdova subrayó que ante la presentación de las quejas el IFE deberá determinar si efectivamente hay un ingreso de los recursos a las cuentas de una campaña y si esto se ajusta a las prohibiciones legales que determinan topes de aportaciones individuales y restricciones de empresas mercantiles a aportar. Si eso ocurre, el IFE impondrá la sanción correspondiente, concluyó.