Una mochila que no debe pesar más de 10 kilogramos es lo único que llevará en su desafío la ultramaratonista Nahila Hernández, quien aseguró estar preparada mental y físicamente para su desafío: correr 250 kilómetros en el desierto de Gobi, el más ventoso del mundo, ubicado entre el norte de China y el sur de Mongolia, del 10 al 16 de junio.

Serán seis días extenuantes, de peligros, aventuras, de conocer un mundo inesperado en la mítica ruta de la seda y conocer las culturas Uyghur, Tajik y Kyrgyz, algo insólito para mi, señaló emocionada la corredora de 38 años.

Si en Atacama, Chile, terminé con los pies destrozados, ahora quiero dejar la vida en Gobi al que conozco sólo por videos, aseguró Nahila, una empresaria nacida en Azerbaiyán, hija de padres cubanos, casada con mexicano y madre de dos pequeñas.

A tres meses de ser la primera latinoamericana en competir en largas distancias en el circuito mundial Cuatro Desiertos bajo el lema Rompiendo límites, un proyecto que comenzó el año pasado en el Sáhara, Nahila, se muestra segura de la preparación que tuvo para concretar su aventura en la que correrá diariamente de 40 a 42 kilómetros.

La competencia de deporte extremo es organizada por Racing The Planet y congrega a 200 competidores de 35 países. Hernández se considera una atleta de alto rendimiento, pues ha dedicado los recientes tres años al atletismo y en sus inicios, en La Habana, practicó el nado sincronizado y aerobics.

Tengo más miedo a una lesión que a la muerte, confió la ultramaratonista, quien con su mochila de 10 kilos llevará lo necesario como lo indica la organización para cuidar de su salud, el cual está en óptimas condiciones de acuerdo con el certificado médico que le piden y que envió con antelación.

Enfatizó que en este tipo de competencias, las mujeres soportan más el dolor que los varones, y aunque somos un poco más lentas para correr, el nivel de fortaleza mental nos permite poder soportar el malestar físico, el no bañarte cinco días, ampollas, heridas, piquetes. No se compara con la fuerza física que tienen ellos, pero nosotras que estamos preparadas para un parto, soportamos eso y más.

Nahila Hernández se dijo apasionada del deporte y de las aventuras extremas por gusto, pues está dispuesta a arriesgar la vida para terminar un proyecto con causas altruistas, aunque ha tenido que desembolsar más de 15 mil dólares. Afirma orgullosa que no se ha prostituido como otros, porque aquí no se gana dinero.