Chihuahua, Chih., 29 de mayo. Las estructuras de adobe de la zona arqueológica de Cuarenta Casas, en el municipio de Madera, se resecaron y agrietaron a causa de un incendio forestal ocurrido la semana pasada, por lo que serán rehabilitadas, anunció Elsa Rodríguez, delegada del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)

El fuego llegó a 500 metros, pero pasó de largo; no subió a la cueva donde se encuentran las ruinas. Por algo ese sitio ha sobrevivido y resistido por más de mil 300 años las inclemencias del tiempo, los desastres naturales y los daños ocasionados por el hombre, dijo la funcionaria.

Un grupo de antropólogos determinó que los daños son menores. Las paredes de tierra serán rehidratadas, probablemente con la técnica de capa de sacrificio, que consiste en la aplicación de una ligera cubierta de enjarre elaborado con tierra químicamente compatible, batida con agua y baba de nopal, agregó Rodríguez.

Partes del sendero de piedra y madera que conduce al acantilado de Cuarenta Casas también empezarán a repararse para poder reabrir el sitio al público.

Los trabajos se iniciarán esta semana y estarán a cargo del antropólogo Eduardo Gamboa, responsable del sitio arqueológico de Paquimé, considerado patrimonio histórico de la humanidad.

La delegada del INAH aseguró que el incendio en las inmediaciones de Cuarenta Casas ya fue controlado y personal especializado evalúa los daños a la flora para retirar magueyes, arbustos y árboles secos que siguen en pie y pueden representar peligro para los visitantes.

Protección Civil del estado dio a conocer que en la zona de Nicolás Bravo, municipio de Madera, persisten algunos brotes de fuego que se han reavivado con los vientos; sin embargo, se ha detenido el avance del incendio y se logró acotarlo a un sector donde no representa riesgo alguno para la población ni para el sitio arqueológico.

Versiones de habitantes del municipio serrano de Madera señalan que el incendio que arrasó mil 500 hectáreas de bosque y matorrales fue ocasionado por presuntos integrantes de la organización delictiva La Línea, que custodiaban cultivos de mariguana en el predio boscoso El Salto.