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Las menores de 21 años que usaban píldoras o parches tenían casi el doble de embarazos

Anticonceptivos de largo plazo, los más efectivos, revela estudio

Durante tres años se dio seguimiento a 7 mil 500 mujeres

De las 5 mil 800 que optaron por DIU o implante cutáneo, 0.3% al año concibieron

El reporte se publicó en New England Journal of Medicine

 
Periódico La Jornada
Viernes 25 de mayo de 2012, p. 2

Un test amplio en la vida real sobre métodos de control de natalidad reveló que más mujeres estadunidenses se embarazan durante el uso de sistemas de corto plazo como píldoras, parches y anillos vaginales, y que su tasa de falla era mayor cuando las usuarias tenían menos de 21 años.

En un nuevo estudio publicado en New England Journal of Medicine, a alrededor de 7 mil 500 mujeres y adolescentes de San Luis se les permitió elegir entre una variedad de métodos contraceptivos sin costo para ellas.

Durante el curso del estudio –más de tres años para las mujeres que completaron todas las entrevistas de seguimiento–, las participantes tuvieron un total de 334 embarazos no deseados.

Hallamos que las participantes que usaban píldoras anticonceptivas orales, parche transdérmico o anillo vaginal corrían un riesgo de fracaso contraceptivo 20 veces mayor que el que representaba el uso de anticonepción reversible de acción prolongada, dijeron los autores.

El equipo de investigadores estuvo dirigido por Brooke Winner, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, en San Luis.

Entre los métodos de contracepción a largo plazo reversibles se encuentran los dispositivos intrauterinos (DIU), las inyecciones hormonales y los implantes cutáneos.

Investigaciones previas sugerían que más mujeres terminaban con embarazos no deseados cuando usaban anticonceptivos que requerían uso diario o semanal. Pero esos hallazgos provenían de sondeos nacionales en los que las mujeres trataban de recordar cuándo habían quedado embarazadas y qué método contraceptivo usaban tres o cuatro años antes.

Si trato de recordar lo que cené hace dos días, no puedo, dijo Winner. Por tanto, uno puede imaginarse que esos estudios retrospectivos no sean muy confiables, agregó.

En el estudio dirigido por Winner, algunos de los embarazos no deseados se produjeron cuando las mujeres no estaban usando la anticoncepción elegida, sino un preservativo o la eyaculación masculina fuera de la vagina. Con todo, de alrededor de mil 500 mujeres que optaron por usar una píldora contraceptiva, parche o anillo, entre 4 y 5 por ciento anual quedaron embarazadas mientras utilizaban alguno de esos métodos.

En comparación, 0.3 por ciento anual –alrededor de una de cada 330– de las 5 mil 800 mujeres que optaron por un DIU o implante cutáneo tuvieron un embarazo no deseado debido a una falla anticonceptiva. Apenas 176 mujeres eligieron recibir inyecciones hormonales Depo-Provera cada tres meses, y dos quedaron embarazadas durante el estudio. Dependiendo de la marca, los DIU pueden prevenir el embarazo durante cinco a 10 años. Los implantes cutáneos duran tres años.

Efectividad según la edad

La efectividad de los métodos varió con la edad: las menores de 21 años que usaban píldoras, parches o anillos vaginales tenían casi el doble de embarazos no deseados que las participantes mayores que utilizaban esos métodos, indicaron los autores.

Actualmente, en Estados Unidos la mitad de todos los embarazos son no deseados, lo que equivale a unos 3 millones anuales, según estadísticas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). De ellos, cerca de la mitad son de mujeres que usaban un método anticonceptivo y no lo emplearon correctamente o el mecanismo falló. De esos embarazos no deseados, 1.2 millones terminan en abortos. Los DIU y los implantes suelen costar más de 500 dólares y generalmente no están cubiertos por las aseguradoras de salud, explicó Winner. A escala nacional, sólo alrededor de 5 por ciento (de las mujeres) usan métodos de larga duración como DIU e implantes. Sabemos que una de las barreras por las que no los usan con más frecuencia es el costo, manifestó la autora.

Una de las fortalezas de este estudio es que muestra que cuando uno saca el costo de la ecuación y educa a las mujeres objetiva y efectivamente, alrededor de 75 por ciento escogen un método de larga duración, añadió. Winner concluyó que si muchas mujeres usaran esos productos en Estados Unidos, habría una reducción muy importante en los embarazos no deseados.