Buenos Aires, 22 de mayo. Unas 600 mil hectáreas están inundadas en el centro de la provincia de Buenos Aires, corazón de la actividad agrícola ganadera de Argentina, y ponen en peligro la cosecha de soya y alrededor de medio millón de vacunos, informaron el martes productores de la zona.

Argentina, uno de los mayores proveedores mundiales de alimentos y tercer exportador de grano de soya, viene de sufrir una caída de 19 por ciento de la producción de la oleaginosa este año, a raíz de la seca provocada por el fenómeno climático de La Niña.

El fenómeno (de las inundaciones) empezó hace dos semanas. En la primera noche llovieron en algunas zonas hasta 200 milímetros y, donde está mi establecimiento, en casi cinco meses ya llovió la media anual de 850 milímetros, explicó Pedro Bignau, dirigente de la Sociedad Rural de Bolívar (300 kilometros sl suroeste de Buenos Aires).

La situación es desesperante. Es frustrante ver los campos llenos de agua y a centenares de miles de cabezas de ganado en peligro, agregó vía telefónica.

El departamento de Bolívar tiene unas 500 mil hectáreas, de las cuales se cultivan unas 200 mil, en especial con soya. Además, la zona, emplazada en plena Pampa Húmeda, cuenta con entre 350 mil y 400 mil cabezas de ganado vacuno, según la filial de la SRA.

La zona anegada, que incluye los ricos distritos agrícolas de Pehuajó, Carlos Casares, Carlos Tejedor y Henderson, padeció hasta hace pocos meses una intensa seca.

Pasamos de una sequía que duró hasta el 15 de enero a una inundación, dijo Fernando Alzueta. En lo que va de 2012 ya llovió lo de todo un año y tenemos campos con 80 a 90 por ciento de afectación, destacó.

Si no paran las lluvias en las próximas horas, el escenario podría ser el peor en décadas, abundó el dirigente de la SRA de Bolívar.

Los productores bonaerenses enfrentan en esta época del año la cosecha gruesa, esto es, soya, sorgo y maíz.

“Alrededor de 40 por ciento de la cosecha de soya está pendiente y, a pesar de que algunos campos no están anegados, la afectación es total porque los caminos están intransitables y es difícil llegar con la maquinaria “, explicó Bignau.

En Pehuajó, 350 kilómetros al suroeste de Buenos Aires, el cuadro es parecido, aunque con la característica particular de ser además una zona productora de leche.

Están afectadas más de 80 por ciento de las 450 mil hectáreas que tiene el partido, de las cuales 30 por ciento se dedica a la ganadería, reveló Alberto Forster, dirigente de la SRA local, quien agregó que hay zonas muy caóticas con precipitaciones de más de mil milímetros a partir de la mitad de enero, y destacó la situación de los tamberos.

Algunos tambos directamente ya no están operando porque los caminos están intransitables y es imposible la comercialización de la leche, explicó.

Los productores afectados están reclamando a las autoridades la exención de impuestos provinciales, nacionales y municipales en la zona afectada.

Las fuertes lluvias que afectaron la región bonaerense provocaron también graves inundaciones en Azul (300 kilómetros al suroeste de Buenos Aires), donde se anegó el casco urbano y debieron ser evacuadas unas 2 mil personas.

Fue la segunda inundación más grave en intensidad y en volumen en la historia de la ciudad, dijo José Inza, alcalde de Azul, provincia de 65 mil habitantes.