Al continuar los foros de contraste de las plataformas electorales, las políticas energéticas y el futuro de Petróleos Mexicanos concentraron el debate, reflejaron las coincidencias en permitir una mayor participación de la iniciativa privada para desarrollar la paraestatal que reivindicaron el PAN, Compromiso por México y Nueva Alianza. En contraste, el Movimiento Progresista destacó el papel de la empresa pública y subrayó que no se trata de que el petróleo sea el eje del desarrollo sino el sector energético, aprovechando otras fuentes de energía.

El representante del PAN, Francisco Javier Dovall, sostuvo que su partido postula mantener a Pemex como una empresa pública pero con un esquema similar a Petrobras, “dónde se permite que en ciertas áreas la participación del sector privado no con el afán de privatizar ni mucho menos, pero sí para hacer mejorar el funcionamiento y hacerlo más eficiente. El PAN plantea recuperar algunos elementos de la reforma energética que quedaron fuera de los cambios legislativos.

En este contexto, arremetió contra la corrupción engendrada en la empresa, en especial con el sindicato petrolero, lo que obliga a realizar una reforma. Pemex no puede seguir teniendo un sindicato corrupto, donde las hijas de sus líderes viven como verdaderos jeques árabes.

A su vez, Claudia Sheinbaum sostuvo que el proyecto de la coalición Movimiento Progresista es consolidar un sector energético fuerte en el que el petróleo juega un papel importante, pero en la lógica de estabilizar su consumo para dar paso a la explotación de otras fuentes de energía, a través de un gran programa de eficiencia energética y de fuentes de energía renovables. Dijo que se debe detener la sobrexplotación de energías no renovables, como el petróleo y detener con ello la depredación del medio ambiente.

Sheinbaum cuestionó lo que definió como el mito de Petrobras, mediante el cual se pretende justificar una mayor privatización en Pemex. Quiero decir que cuando llegó el presidente Lula a Brasil una parte de lo que promovió es que fuera la propia empresa petrolera brasileña la que tuviera como exclusividad áreas de explotación del petróleo, cuando supuestamente hay competencia.

Por su parte, Francisco Javier Díaz, de la coalición Compromiso por México, subrayó que el país debe ver más allá de sus fronteras y compararse con las naciones que le compiten, como Brasil, que nos está ganando todo el trabajo que debemos hacer. En este contexto arremetió contra la propuesta de la coalición de izquierda que pugna por ampliar los subsidios en los combustibles y la energía eléctrica.

En la coalición Compromiso por México hay una claridad sobre lo que hay que hacer en el tema energético. Lo más importante para el país es contar con seguridad energética. Plantear la eliminación de subsidios o subsidios generalizados, a lo único que nos llevaría es a poner en riesgo la seguridad energética del país.

Quien fue más proclive a una mayor participación de la iniciativa privada fue Luciano Quadri, de Nueva Alianza e hijo del candidato presidencial: La propuesta de iniciativa privada no es privatizar todo, es simplemente ser competitivos en estándares mundiales como Petrobras, que es una empresa exitosa que logró colocar más de 70 mil millones de dólares en la bolsa en cuanto tuvo apertura en varios sectores al sector privado y, a diferencia de las izquierdas, que no propone nada nuevo.