Bridgetown, Barbados., 21 de mayo. Al comentar las recientes protestas en contra del candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, el presidente Felipe Calderón calificó de paradójico que mientras en muchos países las manifestaciones se dan en contra de los gobernantes en turno, en México se realicen en contra de otros actores.

Sin embargo, Calderón se dijo un presidente absolutamente respetuoso de la libre expresión, en la que incluso ha preferido un exceso de ésta a cualquier posibilidad de cancelar este derecho fundamental.

En la conferencia de prensa con la que concluyó la segunda cumbre de México con las naciones de la Comunidad del Caribe (Caricom) de habla inglesa, el mandatario mexicano hizo votos por que de todas las fuerzas políticas, en sus candidatas y candidatos prevalezca precisamente la tolerancia, la razón y la apertura.

Asimismo, confió en que la democracia se dé con base en el diálogo, el argumento y contrargumento, y no con base en el insulto, el odio o a la expresión soez, a las que ha llegado a incurrir precisamente una parte de la sociedad, no ahora, sino en lo que fue una parte de los primeros actos de esta administración panista.

Calderón consideró que la libertad de expresión es uno de los mayores activos que tiene un país libre y democrático, donde se puede hablar con libertad, y miren que yo he sido objeto de innumerables insultos, críticas y epítetos. Y eso no ha modificado ni un milímetro mi convicción de que es mejor la libertad de expresión a cualquier forma de cancelarla.