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El objetivo era el ministro de Defensa, que salió ileso; la red amenaza con más ataques

Atentado suicida de Al Qaeda en Yemen provoca cerca de 100 soldados muertos

Los militares ensayaban para un desfile; los hospitales de Saná, repletos con más de 300 heridos

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Imagen de video muestra a efectivos del ejército de Yemen en el sitio del ataque suicida ayer en Saná. Un uniformado se inmoló en medio del ensayo para un desfile militar al que asistieron funcionarios de alto nivelFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Martes 22 de mayo de 2012, p. 21

Saná, 21 de mayo. Cerca de 100 soldados yemeníes murieron este lunes en un atentado suicida perpetrado por Al Qaeda en esta capital, cuyo objetivo era el ministro de Defensa. La red extremista amenazó con golpear de nuevo al ejército, que lleva a cabo una ofensiva en su contra en el sur del país.

Al menos 96 militares murieron en el atentado, perpetrado por un soldado que detonó una carga explosiva en medio de sus camaradas cuando se entrenaban para un desfile. Cerca de 300 más resultaron heridos, según un balance de siete hospitales a los que fueron trasladadas las víctimas.

Al Qaeda reivindicó el atentado y dijo en un comunicado difundido en foros islamitas en Internet que estaba dirigido contra el ministro de Defensa, quien salió ileso, y otros dirigentes de la guerra estadunidense contra nuestro pueblo en Abyan, provincia del sur de Yemen, indicó Afp.

Reuters señaló que un hombre que dijo hablar en nombre de grupo Ansar Sharia, que está asociado a Al Qaeda en la Península Arábiga, reivindicó el ataque en una llamada telefónica a la agencia de prensa británica.

El atentado fue en respuesta a los crímenes de las fuerzas de seguridad que luchan por desalojar a militantes de sus bastiones en el sur del país. Nos vengaremos, si Dios quiere, y las llamas de la guerra los alcanzarán en todos lados, dijo el grupo.

El presidente yemení, Abd Rabbu Mansur Hadi, afirmó que la guerra contra el terrorismo continuará sin importar los sacrificios que se tengan que hacer.

El estallido fue tan potente que hizo un cráter en el asfalto, según un corresponsal de Afp. Ocurrió ante la tribuna destinada a las personalidades que el martes deben asistir al desfile por el 22 aniversario de la unificación entre el norte y el sur de Yemen.

El ministro de Defensa, Mohamed Naser Ahmed, y el jefe del Estado Mayor, el general Ahmed Ali Ashual, se encontraban en la tribuna en el momento de la explosión, pero salieron ilesos.

Acabábamos de terminar el desfile. Estábamos saludando a nuestro comandante cuando se escuchó el estallido, dijo el soldado Amr Habib. Fue un ataque espantoso. Muchos soldados murieron y otros terminaron sin brazos y piernas.

Los militantes han aprovechado la inestabilidad política para fortalecerse en un país que permaneció paralizado durante gran parte de 2011 por manifestaciones que llevaron al derrocamiento del presidente Ali Abdullah Saleh. El ataque, junto con una emboscada el domingo contra un equipo estadunidense de entrenamiento militar, también reividicado por Ansar Sharia, indica que la campaña de los militantes podría estar en una nueva y peligrosa etapa.

Todos los muertos son oficiales y soldados, afirmó una fuente militar a Afp.

Uno de los investigadores dijo que los descubrimientos preliminares sugieren que el atacante era un soldado rebelde y no un hombre disfrazado. El suicida llevaba uniforme militar y debajo un chaleco con explosivos, dijo un hombre que se identificó como coronel Amin Alghabati, cuyas manos y uniforme estaban salpicados de sangre.

Los heridos fueron llevados en taxis a hospitales. La mayoría de las heridas son en la cabeza; tenemos decenas de personas paralizadas. Prevemos que la cifra de muertos aumente. La mayoría de los heridos son adolescentes. Los hospitales de Saná están repletos, declaró el doctor Mohsen Dhahari.

Las víctimas pertenecían a unas unidades de seguridad central, un cuerpo del ejército dirigido por Yahia Mohamed Abdalá Saleh, sobrino del antiguo presidente Ali Abdalá Saleh.

Se trata del primer gran atentado en Saná desde la llegada al poder, en febrero, del presidente Abd Rabbu Mansur Hadi, quien se comprometió a luchar sin descanso contra Al Qaeda.

El ejército lanzó el 12 de mayo una ofensiva de envergadura contra la red en la Península Arábiga, que en el sur de Yemen se hace llamar partidarios de la sharia.

El empobrecido país ha sido objeto de sangrientos atentados desde que Hadi asumió el cargo con la promesa de acabar con la insurgencia islamita, que hasta ahora se había concentrado en el sur. Las operaciones han dejado hasta ahora 234 muertos, según un balance realizado por Afp con base en las cifras dadas por tribus y fuentes militares: 158 combatientes de Al Qaeda, 41 soldados, 18 milicianos y 17 civiles.

El desfile estaba previsto para este martes, en que se conmemora la unificación del norte y el sur de Yemen, estados separados que se unieron en 1990.

El ataque fue condenado por la comunidad internacional. El presidente estadunidense Barack Obama presentó sus sinceras condolencias a su par yemení tras el cobarde atentado terrorista, indicó un comunicado de la Casa Blanca.

El presidente francés, Francois Hollande, condenó con la mayor firmeza el ataque, mientras la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, se manifestó muy preocupada por cualquier tentativa de hacer descarrilar la transición en Yemen.

A su vez, el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, condenó firmemente el atentado y pidió a todos en Yemen que rechacen la violencia.