Confío en finalizar esta guerra responsablemente
, dice Obama al terminar la cumbre
Piden a Pakistán abrir rutas para el aprovisionamiento, elemento esencial para la retirada en 2014
Martes 22 de mayo de 2012, p. 20
Chicago, 21 de mayo. Los líderes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) aprobaron este lunes los planes para entregar el mando de las operaciones de seguridad a las fuerzas de Afganistán a mediados de 2013, para completar la retirada de las tropas extranjeras a finales de 2014, 13 años después del inicio de una impopular guerra de ocupación emprendida en represalia por los ataques del 11 de septiembre de 2001, que abarcó tres mandatos presidenciales en Estados Unidos y continúa aun después de la muerte del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden.
Al término de la cumbre de dos días de los 28 miembros en Chicago, la alianza habló de una transición irreversible
del mando de la seguridad a las nacientes tropas afganas, e indicó que a partir de 2015 la misión de la OTAN pasará a ejercer un papel de formación, entrenamiento y asesoramiento de las fuerzas de seguridad.
De acuerdo con la declaración final, la OTAN se comprometió formalmente en esta hoja de ruta a apoyar una estrategia estadunidense que establece la retirada gradual de las tropas internacionales a finales de 2014, y la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF, por sus siglas en inglés) deberá ceder el mando de todas las misiones a las fuerzas afganas a mediados de 2013.
La transición significa que los afganos verán cómo su ejército y su policía patrullan cada vez más sus ciudades y pueblos
, sostuvo el secretario general de la OTAN, Fogh Rasmussen, quien precisó que la Alianza intentará que esa misión tenga una base legal adecuada
, como una resolución del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Nuestras naciones y el mundo tienen un interés vital en el éxito de esta misión... confío en que podemos avanzar hacia ese objetivo hoy y finalizar esta guerra responsablemente
, dijo en su oportunidad el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
El mandatario estadunidense sostuvo que los afganos no se quedarán solos a medida que vuelven a levantarse como pueblo. Todos seguimos comprometidos con nuestro objetivo: un Afganistán seguro y democrático en un región estable
, coincidió Rasmussen.
La alianza también se comprometió a financiar a las fuerzas de seguridad afganas con un presupuesto de 4 mil 100 millones de dólares anuales, y Estados Unidos se ofreció a aportar más de la mitad de esa suma.
No obstante, la declaración aclara que esa ayuda no será indefinida. De 500 millones de dólares que asumiría Afganistán en 2015, nueve años después deberá pasar a la suma total.
Sin embargo, para los analistas aún hay dudas sobre si las fuerzas afganas tendrán la capacidad de lidiar con una aún poderosa insurgencia talibán, que las fuerzas occidentales no han logrado derrotar en casi 11 años de una guerra que ha dejado hasta el momento más de 3 mil militares y decenas de miles de civiles afganos muertos.
Otro desafío, de acuerdo con diplomáticos de la OTAN, es la forma de conseguir que una fuerza multinacional de ese tamaño abandone las montañas y los desiertos afganos y regrese a casa de manera segura y con su equipo.
Por eso, los líderes de la OTAN y en particular Estados Unidos negociaron con Pakistán un compromiso para abrir las rutas terrestres de aprovisionamiento para Afganistán, un elemento esencial para la retirada.
El presidente paquistaní, Asif Alí Zardari, invitado de último momento a la cumbre, aceptó el acuerdo y dio instrucciones a sus negociadores para concluir las pláticas con Estados Unidos para reabrir las rutas, cerradas desde hace seis meses, tras la muerte por error de 24 soldados paquistaníes en un ataque aéreo estadunidense en la localidad fronteriza de Salala.
Nuestro Parlamento se declaró en favor de la cooperación y de la asociación
con la ISAF en Afganistán, y se dieron instrucciones para llegar a un acuerdo, dijo Zardari en su discurso ante los 50 jefes de Estado y de gobierno reunidos en Chicago, incluidos los 28 de la OTAN.
Para Rasmussen la reapertura de las carreteras constituye un desafío logístico
, ya que 23 mil de los 90 mil soldados estadunidenses en Afganistán abandonarán el país cuando termine el verano, sin contar las tropas francesas que se retirarán este año, como anunció el presidente de Francia, Francois Hollande.