Lunes 21 de mayo de 2012, p. 22
Washington, 20 de mayo. Si los políticos deciden que Grecia abandone el euro, la salida podría ser tan rápida que los billetes del nuevo dracma
podrían no estar impresos a tiempo. Esta semana, los ahorristas griegos, y en pequeños números en otras partes de la zona euro, han comenzado a sacar su dinero de los bancos. Una clara muestra de pánico ocurrió en Grecia el 14 de mayo, cuando particulares y empresas retiraron de sus cuentas más de 700 millones de euros, ante el temor de que el gobierno griego imponga un corralito
, como sucedió en Argentina en 2001.
Algunas de las consecuencias a largo plazo no son desagradables. La eurozona ya no tendría que preocuparse del que siempre ha sido su miembro más débil. Aunque el valor de una nueva moneda griega caería tan pronto fuera emitida, eso haría a esa economía mucho más competitiva. Pero los efectos a corto plazo serían brutales.
En Bruselas, Europa aseguró estar mejor preparada para una salida de Grecia de la eurozona, pero los analistas advierten que habrá reacciones de pánico ante un potencial efecto dominó, sobre todo en España o Italia, y una pérdida de credibilidad en el proyecto europeo, en plena construcción.
El asunto es el miedo, el miedo a un potencial efecto contagio. Países como España, Portugal o Italia deberían prepararse para reacciones de pánico
, indicó Diego Valiante, del Centro de Estudios de Política Europea (CEPS), con sede en Bruselas.
Ya hay un movimiento de pánico
, considera Pedro Videla, profesor de la IESE Business School de Madrid. El país ya se está desintegrando social y políticamente
, afirma. Es muy probable, yo apostaría que (Grecia) va a salir del euro muy pronto
. El paso de la moneda europea a la antigua divisa debe hacerse, en su opinión, de repente. No sólo de un día para el otro, sino además en fin de semana: bloqueamos todas las cuentas, cerramos todos los bancos, nadie puede sacar dinero
, plantea.
También para Giuliano Noci, profesor del Politécnico de Milán, es imprescindible bloquear las cuentas para evitar la fuga de capitales. Es en cierto modo como una economía de guerra
, afirma. La otra estrategia posible, un retorno al dracma anunciado por adelantado, podría contribuir al pánico, considera.