Acapulco, Gro., 18 de mayo. El candidato presidencial de Nueva Alianza, Gabriel Quadri de la Torre, aseguró que la forma de acabar con los monopolios en la industria energética nacional es la colocación de parte del capital de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

Al participar en el segundo y último día de trabajos de la 75 Convención Bancaria, y el primero en turno en la pasarela de los candidatos a la Presidencia de la República, Quadri de la Torre aseguró a los banqueros que tenemos un monopolio en petróleo, que la verdad no sabemos por qué se rasgan las vestiduras de la nacionalidad cuando alguien cree que alguna opinión está atentando contra el monopolio absoluto del Estado en materia de petróleo, en materia de hidrocarburos.

En su oferta ante los banqueros, el abanderado de Nueva Alianza dijo: México no tiene por qué aceptar este monopolio. Es fundamental transformarlo, es fundamental acabar con ese monopolio.

Ante un auditorio con una asistencia a la mitad de su capacidad, señaló que después de modificar los artículos 27 y 28 constitucionales y la ley reglamentaria en materia de petróleo y otras legislaciones habría desde luego inversión privada.

Estoy seguro de que si esto ocurriera con Pemex podría levantar, captar fácilmente, 40 o 50 mil millones de dólares. Creo que sería un gran impulso a la economía mexicana, un gran impulso al mercado de valores”.

En materia de electricidad hay que hacer algo similar. “No tenemos por qué aceptar un monopolio en servicio público. Aquí el planteamiento es similar: la red troncal es un bien público, es un monopolio natural, que lo maneje el Estado a través de CFE.

“Que se separe la generación de la distribución. No tiene por qué ser la misma empresa la que produce electricidad que la que distribuye.

Es fundamental también segmentar en pequeñas redes regionales cada servicio público y permitir ahí la competencia, permitir la inversión privada.

También propuso modificar la Ley Federal del Trabajo, para darle flexibilidad a los contratos, que permitan a las empresas eliminar el dilema entre derechos laborales y competitividad de las empresas, con contratos por hora, día, mes y por prueba, entre otros.