Cannes, 18 de mayo. La prensa especializada recibió hoy con calidez y emotivos aplausos el estreno de la película No, así como a su protagonista, el actor mexicano Gael García Bernal, quien alertó que un eventual regreso al poder del PRI, en las elecciones del primero de julio, puede significar la vuelta al autoritarismo y a la falta de libertad, reportaron diversos medios.

El actor mexicano extendió: Tenemos ahí al PRI, al dinosaurio, al gobierno que dejó al país como lo dejó, que está subiendo, que está de vuelta, lo cual me parece terrorífico.

Advirtió que aunque diga que se ha modernizado, el regreso del PRI significará volver a la falta de libertades. Su razón de ser aún es completamente presidencialista, paternalista, muy poco inteligente e insensible.

Se preguntó: ¿Qué va a pasar en México? después de las elecciones, y luego se respondió: No tengo la más remota idea. Pero aludió a los problemas que a su juicio tiene el país en cuanto a la inversión en educación, basado en estudios internacionales de instancias como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, la cual “dice que (México) es donde peor se invierte. Hay algo equivocado... ¿Se imaginan cómo será el juego democrático con el fracaso educativo que padecemos?”

Sobre este tema comentó que hace falta una especie de revolución cultural que nos emocione y nos haga sentir orgullosos de algo.

Satisfactoria acogida

El largometraje No, coproducido por Chile y México, dirigido por Pablo Larraín, arrancó numerosos, largos y fuertes aplausos en su función de prensa, la cual se celebró esta mañana con sala llena en el teatro Croisette, del balneario de la Costa Azul.

Acerca del recibimiento de la película, Gael García Bernal mencionó: Fue grande, fue muy bueno el aplauso para una función de prensa matutina. Estuvo muy bien.

La película cuenta la historia de un publicista (Gael García) al que le encargan la campaña de la oposición en favor del no en el referéndum convocado en Chile el 5 de octubre de 1988, el cual provocó la salida del poder del general Augusto Pinochet.

En la cinta, García Bernal habla con acento chileno. Comentó que al rodar en Chile “me di cuenta del profundo dolor que causó la dictadura y que todavía acarrea.

El gran reto fue que el personaje cobrara vida. Los detalles importan poco. La extranjería fue beneficiosa, añadió García Bernal, quien anteriormente ha realizado papeles con acento argentino y español.

Larraín, por su parte, comentó: Gael se oye bien. Nos escuchó y fue capaz de recrear el acento. Tiene oído y no quiso tomar clases.

Abundó: Teníamos a Gael en mente desde el principio, desde que se estaba desarrollando el guión. Tuvimos que enseñarle algunas cosas sobre Chile, pero él de inmediato aportó el equilibrio y la ambigüedad que necesitaba su papel.

La película, rodada en el antiguo formato de vídeo U-matic, para lograr la estética de la época, compite por el premio al mejor largometraje de la Quincena de Realizadores, una de las secciones paralelas más prestigiosas del Festival de Cannes.

La cinta en la que también particpan los actores chilenos Alfredo Castro, Luis Gnecco y Antonia Zegers, entre otros, se inspira en la obra teatral Referéndum, del escritor Antonio Skármeta.

El plebiscito de 1988 es una fecha bisagra. Ahí está todo el pliegue de la historia de Chile, comentó Larraín.

La película es tremendamente subversiva. Ningún acto cultural es inocente. Lo curioso es que la gente de la izquierda toma las armas de la derecha para combatir una dictadura criminal y asesina, comentó a su vez el actor Alfredo Castro.

Sobre la recepción que tendrá en Chile, Larraín señaló que es un enigma. En cualquier caso hay mucha nostalgia. El modelo de Pinochet subsiste, comentó el también director de la multipremiada Tony Manero.