La final de Champions, en territorio alemán
Sábado 19 de mayo de 2012, p. a17
Munich, 18 de mayo. El Bayern Munich y el Chelsea definirán este sábado al nuevo rey del futbol europeo, cuando se enfrenten en la final de la Liga de Campeones, en busca de ocupar el trono vacante del Barcelona.
El conjunto alemán está obligado a ganar por jugar en su propio feudo, mientras el equipo inglés necesita un triunfo que dé gloria a una generación de jugadores en su crepúsculo, como Terry o Cech.
El Bayern, que acumula 11 años sin títulos de Champions, y el Chelsea, que aún no se estrenó en el palmarés de la competición, llegan a la final después de haber dado la sorpresa ante los poderosos Real Madrid y Barça.
El club teutón, que ya ganó la Copa de Europa en las ediciones de 1974, 1975, 1976 y 2001, contará con un factor determinante: jugará en su casa.
Los equipos llegan con sed de revancha, después de dos recientes frustraciones en finales de Champions.
No sé si se me presentará alguna otra vez la posibilidad de jugar una final europea en casa. Ya sólo eso nos dará una oportunidad hermosa para ganar el título
, afirmó el entrenador del Bayern, Jupp Heynckes.
En el Chelsea, el arribo al banquillo de Roberto di Matteo, en remplazo de André Villas-Boas, produjo una revolución interna.
Así y todo, Heynckes tendrá que ingeniárselas para cubrir las ausencias de los suspendidos Holger Badstuber, David Alaba y Luiz Gustavo.
El cuadro londinense, a su vez, encuentra un escenario aún más complejo. Jugadores de la talla de Terry, Branislav Ivanovic, Rubén Ramires y Raúl Meireles están suspendidos, lo que podría obligar a Di Matteo a implementar un nuevo sistema táctico.