Criticada severamente por varios de los candidatos presidenciales, incluso en el reciente debate, el presidente Felipe Calderón tuvo que salir en defensa no sólo de su política de vivienda, sino también de la impulsada por su antecesor, Vicente Fox, las cuales han financiado, dijo, 10.5 millones de viviendas en 11 años. Esta cifra, aseguró, es mayor a los 8 millones de financiamientos otorgados en los 30 años anteriores.

Nunca antes, y lo aseguro categórico, nunca antes en la historia de México se había contado con una política de vivienda tan eficaz, tan incluyente y tan exitosa como la impulsada en las dos últimas administraciones, dijo Calderón ante empresarios del sector inmobiliario.

A sus detractores les señaló: Sí, falta mucho. Pero de ahí, amigas y amigos, honestamente, de ahí a decir que la política de vivienda en México ha sido un fracaso, hay todo un abismo. Hay mucho que hacer, sí, pero decir que este tema ha fracasado es una falsedad fruto, pensando bien, de la ignorancia, y pensando mal, fruto de la mentira. Pero es una falsedad.

Así, por segundo día consecutivo el Presidente salió en defensa de sus políticas gubernamentales; el lunes, en el tema económico y ayer en materia de vivienda, ambas criticadas duramente por los candidatos presidenciales, con excepción de la panista Josefina Vázquez Mota.

En tono irónico, Calderón señaló incluso que todos queremos que los mexicanos vivamos en casas muy amplias, jardinadas y todas céntricas. Pero en verdad, para muchos millones de mexicanos que en los últimos años han podido adquirir una casa con todos los servicios, y que antes no la tenían, esa es una diferencia fundamental que les ha cambiado la vida. Y lo más importante, agregó, es que se ha hecho valer el derecho a una vivienda digna a los trabajadores, los que menos ganan y los que más lo necesitan. Este gobierno ya ha entregado más de 6 millones de financiamientos, y se prevé que concluya con 7 millones.

A los empresarios reunidos en el Centro Banamex, en la exposición The Real Estate Show 2012, Calderón les recordó que en el pasado el pueblo de México se empobrecía por las crisis recurrentes, las quiebras y las devaluaciones abruptas y los terribles problemas económicos en el mundo.

Hoy, el país cuenta con 154 mil millones de dólares en las reservas del Banco de México, y otros 72 mil millones que ha puesto disponibles para México el Fondo Monetario Internacional. Es decir, podríamos pagar más de dos veces de un solo golpe toda la deuda externa del gobierno federal, presumió.

Asimismo, destacó las fortalezas económicas del país, que lo convierten en un muy atractivo destino de inversión. Prueba de ello son los 114 mil millones de dólares que han llegado al país en inversión extranjera directa durante su gobierno. Y las empresas no vienen por ser un gesto de filantropía, vienen porque quieren hacer negocio.

En este mismo sentido, dijo que las empresas vienen aquí porque les va bien. Y qué bueno que les vaya bien. Qué bueno que se desacralice o se quite esa palabra prohibida de negocio rentable. Qué bueno que las empresas hagan dinero. Porque así vamos a tener mayor inversión.

En su intervención de casi media hora, el presidente Felipe Calderón citó las variables que convierten a México en un centro atractivo para la inversión en el mundo. Entre ellas, dijo, estabilidad económica, bajísimo endeudamiento de las finanzas públicas, tasa de inflación muy baja, crecimiento económico consecutivo en los últimos tres años, mayor competitividad, fuerte inversión en capital humano y la estratégica ubicación geográfica del país.