Petróleos Mexicanos (Pemex) se declaró incompetente para entregar información sobre los contratos que, de 2000 a la fecha, ha otorgado a empresas privadas nacionales y extranjeras bajo el esquema de contratos de servicios múltiples (CSM).

De esa forma respondió Pemex a una solicitud de información, por lo cual un ciudadano presentó una queja ante el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (Ifai), el cual evaluará este miércoles si procede la respuesta de la paraestatal.

Según Pemex, corresponde a Pemex Exploración y Producción (PEP) entregar los documentos. Sin embargo, el corporativo difunde en su portal electrónico algunos boletines de los primeros CSM que celebró con empresas extranjeras entre 2001 y 2003.

Es el caso del tercer contrato que suscribió en 2003 con el consorcio internacional integrado por las compañías argentinas Techint y su subsidiaria Tecpetrol, y por la empresa mexiacana Industrial Perforadora de Campeche-IPC.

Dicho contrato representaría una inversión de mil 35 millones 579 mil 600 dólares para la explotación del bloque Misión de la cuenca de Burgos, ubicada entre Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.

Otros contratos sobre los cuales da cuenta Pemex son el suscrito con la empresa española Repsol, también en 2003, por 2 mil 437 millones de dólares, que se ha caracterizado por ser el de mayor monto en la historia de Pemex, así como otro más con la compañía Petróleo Brasileiro (Petrobas); la japonesa Teikoku Oil Co. Ltd y la mexicana D&S Petroleum, subsidiaria del Grupo Diavaz, con lo cual se generaría una inversión de más de 260 millones de dólares.

De acuerdo con el investigador Víctor Rodríguez Padilla, de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México, con esa modalidad de contratación de PEP con petroleras internacionales no se han obtenido los resultados esperados para el incremento de reservas y la producción de gas natural no asociado.

En el estudio Contratos de servicios múltiples en Pemex: eficacia, eficiencia y rentabilidad, Rodríguez plantea que aunque con dichos contratos se ha conseguido atraer capacidades técnicas y financieras del sector privado, ha quedado muy por debajo de las metas anuales el volumen incremental de gas entregado por los contratistas; el costo de producción supera el precio del gas importado y en seis de nueve contratos que existían hasta 2010 el organismo público pierde dinero después de impuestos.

Destaca que luego de los contratos celebrados se suspendió, a mediados de 2005, el programa de licitación para atender una recomendación de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), que detectó imprecisiones jurídicas. En 2007, ya en el gobierno de Felipe Calderón, se realizó una tercera ronda integrada por tres bloques, de los cuales uno quedó desierto (Euro) y los otros se asignaron (Nejo y Monclova, por segunda vez). Rodríguez destaca que la escasa competencia ha caracterizado los procesos de licitación de los contratos, a grado tal que en siete ocasiones Pemex aceptó la oferta del único concursante.