Nueva York, 8 de mayo. El enviado conjunto de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y de la Liga Árabe a Siria, Kofi Annan, urgió hoy al gobierno y a la oposición de esa nación a aprovechar la frágil pero real oportunidad para poner la situación bajo control y evitar que el país caiga en una guerra civil, en la que, de acuerdo con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), algunas zonas ya estarían viviendo esta situación.

Annan sostuvo que el mundo no puede permitir que la situación en Siria derive en una guerra civil, al asegurar que si su plan de paz fracasa, las consecuencias podrían ser devastadoras no solamente para Siria sino que tendría un impacto en toda la región.

En conferencia de prensa realizada después de haber participado mediante videoconferencia desde Ginebra en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre ese país árabe, Annan dijo que corresponde al presidente de Siria, Bashar Assad, asumir la responsabilidad básica de poner fin a los enfrentamientos armados y crear un entorno que conduzca hacia un proceso político.

Aunque consideró que la actividad militar ha disminuido un poco, sigue habiendo violaciones del alto el fuego y el ejército, así como los blindados, no han sido retirados de las zonas residenciales, si bien afirmó que también hay ataques contra las tropas del gobierno y sus instalaciones.

Indicó que a finales de mes estarán en Siria los 300 observadores de la ONU que verificarán el pleno cumplimiento de la tregua, que forma parte de su plan de paz de seis puntos. Sólo 50 militares han llegado hasta ahora a Siria.

En cuanto a los comicios legislativos celebrados el pasado lunes, declaró que quizá harían falta nuevas elecciones, ya que éstas no estaban previstas en su plan, que propugna un diálogo del gobierno con la oposición armada.

En su momento, la embajadora de Estados Unidos ante el organismo mundial, Susan Rice, pidió de nuevo que el presidente Assad abandone el poder por haber fracasado en la implementación del plan de paz en la región.

Mientras tanto, en Ginebra, el titular del CICR, Jakob Kellenberger, aseguró que los combates han sido tan intensos en algunas partes de Siria que por momentos el conflicto podría ser calificado como una guerra civil localizada.

Por su parte, el jefe de la Liga Árabe, Nabil Elaraby, expresó sentimientos similares. La escalada de la acción militar en el país terminará llevando a una guerra civil en Siria, dijo.

Kellenberger también cifró en 27 millones de dólares los fondos para asistir, hasta finales de este año, a miles de sirios desplazados por los disturbios y que no han podido volver al país.