Miércoles 9 de mayo de 2012, p. 26
El gobierno federal no regulará la salida de las utilidades generadas por los bancos hacia las casas matrices en otros países, declaró este martes el subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Gerardo Rodríguez Regordosa.
Dijo que el esquema de subsidiarias bajo el cual opera el sistema bancario permite al sector estar adecuadamente blindado
y explicó que el sistema de dividendos no cambió ni antes ni después de las crisis
económicas internacionales.
La rentabilidad de los bancos es comparable con las de otras economías emergentes, por lo cual descartó también que las instituciones generen excesivas ganancias. Agregó que en México se definieron varias salvaguardas
en beneficio del sector y para enfrentar embates del exterior.
Hay distintos riesgos por el entorno internacional, pero por fortuna el modelo de negocios que se optó en México, en un esquema de subsidiarias, permite blindar el sector bancario con supervisión mexicana
, resumió el funcionario en una entrevista durante la Convención Nacional de Aseguradores. Hacia adelante, dijo, se debe trabajar en temas como incluir a más mexicanos al sistema bancario, lo cual puede ser motor adicional al crecimiento de los bancos en México.
No descuidar la estabilidad
La inclusión financiera y la regulación bancaria resultaron los tópicos del panel en el que participaron Rodríguez Regordosa, así como Guillermo Babatz Torres, presidente de Comisión Nacional Bancaria y de Valores; Pedro Ordorica, de la Comisión del Sistema de Ahorro para el Retiro, y Manuel Aguilera Verduzco, dirigente de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas.
Babatz Torres consideró que en ningún momento deberá promoverse mayor inclusión financiera a nivel de créditos, descuidando la estabilidad del sistema. Creo que ese error se ha cometido en muchas ocasiones, como el caso hipotecario en Estados Unidos
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Esa situación, que provocó una severa crisis en 2008, obedeció a que se generaron políticas para facilitar el acceso al crédito hipotecario a personas que no tenían la posibilidad de pagar esas deudas, lo cual acabó en un desastre no solamente para el sistema financiero, sino para las propias familias que supuestamente se iban a beneficiar
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Indicó que reguladores y supervisores deben promover la inclusión financiera, pero solicitó no confundir el desarrollo del sistema mediante una mayor cobertura bancaria con poner en riesgo la estabilidad y la solvencia
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