Madrid, 8 de mayo. El panorama del sector bancario español se complica. El inminente rescate público de uno de los cinco principales bancos, Bankia, con un monto que oscilará entre 7 mil y 20 mil millones de euros, que se aprobará este viernes, desató el temor a una crisis generalizada por el efecto contagio, que se sintió con especial virulencia en el mercado bursátil. El gobierno, del conservador Mariano Rajoy, anunció una medida a última hora de la tarde y ante la creciente presión de la caída en picado de la economía: se exigirá al conjunto de los bancos un nuevo saneamiento de productos tóxicos, que superará 75 mil millones de euros.

Bankia, la ex Caja de Madrid y una de las entidades financieras más afectadas por los llamados productos tóxicos procedentes de la crisis inmobiliaria creada por el auge en el sector de la construcción durante tres décadas, está al borde del rescate público. Los pequeños y medianos accionistas, así como el conjunto de los inversionistas bursátiles, provocaron, con la venta de sus acciones, una caída en picado de las acciones del banco español, que cerró la jornada con unas pérdidas de 4.5 puntos, pero que llegó a estar a nueve puntos menos de su valor inicial.

El presidente Mariano Rajoy reconoció que este viernes preparaba una importante reforma del sistema financiero, en la que se prevé, además del rescate público de Bankia a través de un fondo mil millonario que saldrá del erario público español y europeo, una reforma al conjunto del sistema financiero. Ante el miedo que la caída en picado de Bankia contagie a los otros bancos, también con numerosos productos tóxicos en su cuenta de resultados, entre ellos Banco Bilbao Vizcaya (BBVA) y Banco Santander –con fuerte presencia en nuestro país–, el gobierno decidió adelantar algunas de las líneas básicas del saneamiento del sector.

El gobierno de Rajoy confirmó, aunque de manera extraoficial a la espera de lo que se resuelva en el consejo de ministros del próximo viernes, que se exigirá una depuración de los activos inmobiliarios de la banca española que superaría los 75 mil millones de euros, dado que a los 54 mil millones iniciales se sumaría una cifra aún no determinada, pero que se situará entre 20 mil y 40 mil millones. El principal problema del conjunto de la banca española son los más de 320 mil millones de euros que dinero o créditos vinculados al sector del ladrillo, que desde 2008 se encuentra virtualmente paralizado y que, con la recesión y la caída del consumo, se ha agravado con el aumento de los impagos de los préstamos y los desahucios.

Según datos que manejan el gobierno y el propio Banco de España, de los 320 mil millones de euros vinculados a la construcción únicamente 140 mil no son problemáticos, con lo que más de la mitad se encuentran en fase de convertirse en producto tóxico, si no lo es ya. Un panorama que hace presagiar lo peor. Con la última reforma aprobada por el Ejecutivo quedaban cubiertos en 80 por ciento los activos problemáticos en el caso del suelo; 65 por ciento en el caso de las promociones en curso y 35 por ciento en edificios terminados y vivienda.

La clave de la recuperación del sector financiero, según el propio gobierno y los principales observadores del sector, está en la recuperación de Bankia como entidad saneada. Un proceso que está siendo especialmente costoso para las arcas públicos, luego de que desde el inicio de la crisis, en 2008, el banco madrileño se ha llevado más de 33 mil millones de euros en avales Este monto se completa con los 2 mil 500 millones aportados por el Fondo de Garantía al Banco de Valencia, más el plan de rescate que planea el gobierno y que supondrá la inyección de fondos públicos por hasta 20 mil millones.

La preocupación por la crisis del sector bancario español también tiene en vilo a las instituciones de la Unión Europea (UE), que temen contagio a los países más débiles del entorno, sobre todo Grecia, Portugal, Francia e Italia.

El vicepresidente de la Comisión y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, aseguró que si como parece, Bankia va a recibir ayudas públicas, requiere presentar un plan de restructuración para que el Ejecutivo comunitario pueda autorizarlas. El plan debe incluir las condiciones conocidas: viabilidad del modelo de negocio, reparto adecuado de las cargas y los esfuerzos y la eliminación de las posibles distorsiones de competencia.

El mandatario español aseguró en un debate en el Senado que el único dinero público dado a los bancos es el del partido socialista.