y Señor, Señor, así que ahí estaba Bin Laden, escondido en Abbottabad y está diciendo cosas erróneas sobre Fisk. ¿Deben el hombre de The Independent en Medio Oriente y mi viejo amigo, Abdul Bari Atwan recibir material exclusivo en ocasión del décimo aniversario de los crímenes internacionales contra la humanidad del 11/S? (ésta es mi definición, no la de Osama Bin Laden; OBL).
¿Puede mandársele a OBL una traducción del artículo de Fisk titulado Lo más importante de Al Qaeda?
Pero olvidemos las cartas. Mucho tiempo antes de ser encarcelado, uno de sus hombres me solicitó un ejemplar de mi libro La gran guerra por la civilización en el mundo árabe. Pensé que OBL podía aprender una o dos cosas, así que le entregué el libro e incluí la forma en que podía contactárseme la próxima vez que estuviera en Islamabad. No sé si OBL leyó el libro, pero tuvo bastante tiempo para hacerlo ¿no es cierto?
Ahí está también Adam Gadahn, el vocero de Bin Laden en Estados Unidos, quien escribió una carta a su patrón en la que incluyó un artículo poco halagador que escribí sobre Al Qaeda y en el cual afirmé que ésta es una de las organizaciones más sectarias jamás inventadas
.
El libro era una buena traducción. Apuesto que Bin Laden lo disfrutó, con todo y mi condena a los ataques de Al Qaeda contra cristianos y que afirmé que éstos favorecían directamente a Bush y a Blair. ¿Me tomó en serio OBL? Bueno, muchos de sus correos enviados condenaban los ataques a cristianos y a mezquitas de chiítas y sunitas musulmanes. Un poco tarde, sin embargo.
Ay, esta gente excéntrica empleaba su tiempo en una autocrítica inútil; se frustraba por las calamidades
que aquejaban a Al Qaeda, y trataban en vano de sacar partido de la primavera árabe, y exigían una nueva estrategia de medios
en la que participaran Fisk, Atwan y a otros 48 periodistas y analistas.
Bin Laden y su gente debieron dedicar más tiempo a observar sus contactos y mensajes instantáneos y a los drones que los estaban sobrevolando.
© The Independent
Traducción: Gabriela Fonseca