Debido al aumento en el precio de los granos y forrajes, así como por la pérdida de miles de cabezas de ganado ocasionada por la sequía, se dejan de producir al día 10 millones de litros de leche, dijo Vicente Gómez Cobo, presidente de la Asociación Nacional de Ganaderos Lecheros (Anglac).

Demandó apoyo decidido de las autoridades para que no se sigan perdiendo establos ni fuentes de trabajo, pues está en riesgo la producción de 10 mil 800 millones de litros de leche.

La Anglac y el Frente Nacional de Productores de Leche pidieron a la Secretaría de Economía regular las importaciones de leche en polvo y también que los recursos utilizados para ello se conviertan en apoyos para los ganaderos.

Para superar la actual crisis se requiere de un gran esfuerzo de los industriales y el gobierno para instrumentar políticas públicas de corto, mediano y largo plazos, que permitan un justo equilibrio entre el costo de producción y el precio que impone la oferta y la demanda, asentó Gómez Cobo.

Álvaro González Muñoz, dirigente del Frente Nacional de Productores de Leche, apuntó que el año pasado los ganaderos perdieron 36 mil millones de pesos debido a las importaciones de leche en polvo.

La liberación del precio de la leche, a partir de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, fungió como un arma en contra de los productores y consumidores del país.

A partir de la eliminación de aranceles los pequeños productores tuvieron más dificultades para subsistir, ya que se optó por incrementar las importaciones de leche en polvo para cubrir la demanda nacional en lugar de impulsar la producción interna.

El mercado nacional se inundó con leche extranjera subsidiada de origen y obligó a los productores a competir deslealmente con los precios internacionales del lácteo en polvo, por debajo de los costos de producción.

En los 18 años de vigencia de TLCAN desaparecieron casi 700 mil pequeños productores, continúan 150 mil que aportan 60 por ciento de los 30 millones de litros diarios que se producen en el país.