El investigador Pablo González Casanova recibirá mañana jueves el Premio Estación Indianilla en reconocimiento a su trayectoria y gran labor humanística, en el contexto de la inauguración de Kailash, exposición-instalación multimedia del artista Ricardo Mazal, basada en un viaje al Tíbet, donde realizó la kora o peregrinación a esa montaña, la más sagrada de los Himalayas, y presenció los entierros celestes.

Será una noche completa en el Centro Cultural Estación Indianilla, en la colonia Doctores, antigua sede de los talleres del servicio de tranvías, pues también se estrenará una obra con el mismo nombre de la montaña: Kailash, compuesta por Mario Lavista, quien tocará el piano preparado, mientras Carmen Thierry el oboe y las copas de cristal, además de las percusiones del Ensamble Tambuco.

Son seis años de Estación Indianilla, de mucho trabajo para lograr las exposiciones que hemos tenido, como las de Leonora Carrington, Vicente Rojo, Manuel Felguérez o Gabriel Macotela, dice en entrevista Isaac Masri, director de ese espacio, y agrega:

Y humildemente, a nombre de este esfuerzo, estregamos por primera vez el premio a don Pablo González Casanova, con una trayectoria intelectual y humanística impecable en favor de la educación, la libertad y los derechos humanos.

Se trata de un personaje fantástico y generoso, además de muy importante para el país y un ejemplo para el mundo, comenta el promotor cultural.

Añade que se trata de un premio honorífico, acompañado de un libro del pintor Francisco Toledo realizado en el taller gráfico de Estación Indianilla y basado en un antiguo grabado sobre un barco que transporta esclavos de raza negra.

Creemos que las cadenas que ha roto don Pablo son muy importantes, y por eso le entregamos esta obra, destaca Masri, quien informa que el premio se entregará cada año.

Dice que la exposición Kailash, de Mazal, cierra un ciclo y a la vez abre otro para Estación Indianilla, un poco como en su obra, que nace en la muerte pero es un círculo hacia la vida.

Ello en referencia a que la nueva exposición de Mazal es la tercera parte de una trilogía que comenzó con la muestra La tumba de la Reina Roja (2003-2006), en el Museo Nacional de Antropología, basada en el hallazgo en Palenque de los restos óseos de esa mujer que fue esposa del rey maya Pakal.

Pablo González Casanova, en la ciudad de México, en imagen de 2007Foto María Luisa Severiano

Y que siguió con la exposición Odenwald 1152 (2008-2009), que partió de una práctica contemporánea de entierros en un bosque de Alemania, en la que las cenizas del difunto y sus familiares son sembradas alrededor de un árbol.

Ahora, en esta experiencia de gran espiritualidad en el Tíbet, Mazal comenta en entrevista que en la computadora buscó fusionar y transformar las imágenes digitalizadas de sus fotografías y pinturas hasta lograr las formas deseadas, en un proceso de abstracción de la realidad en pos de lo esencial.

Mazal destaca otro aspecto. Algunos realizan las peregrinaciones o koras haciendo postaciones. Mientras rezan, se hincan, se acuestan, besan la Tierra y hacen una marca. Se vuelven a hincar, a levantar, avanzan tres pasos y comienzan de nuevo una y otra vez, durante 22 mil veces y 28 días, en un recorrido de 54 kilómetros alrededor de la montaña hasta llegar a 6 mil metros de altura.

Cuál es el por qué de estas peregrinaciones o koras, se pregunta él mismo. Cada vez que se hace un kora se limpia el alma.

–¿El proceso de abstracción de la realidad que trabaja en sus imágenes, son la construcción de otra realidad?

–Pienso que no hay un corte entre la realidad y la abstracción, sino que es parte de un continuo. En mi forma de ver y captar las imágenes mediante la fotografía y el uso de medios digitales, trabajo para ir abstrayendo la realidad. Y lo mismo hago con mi pintura al digitalizarla.

“Para empezar, reconozco mi obra en la montaña, y ahí ya hay una afinidad. O la reconozco en el movimiento de las banderas de los rezos debido al viento, que dibujo. Entonces, me empieza a ser fácil traer las dos imágenes y comenzar a mezclarlas.

La entrega del premio, el concierto y la inauguración de Kailash comenzará a las 20 horas en el ceEstación Indianilla (Dr. Claudio Bernard 111, colonia Doctores).