Abusos cometidos por uniformados, uno de los motivos de la decisión
Sábado 28 de abril de 2012, p. 23
Tokio, 27 de abril. Estados Unidos y Japón anunciaron hoy la reubicación de unos 9 mil marines estacionados en la base militar de la isla japonesa de Okinawa hacia otros cuarteles estadunidenses en la región del Pacífico, que Washington comenzó a reorganizar a finales de 2011 para hacer frente al poder militar de China, poseedor del mayor ejército del mundo.
Sin hacer referencia al rechazo creciente que ha experimentado la presencia de los infantes de marina estadunidenses en Okinawa, los gobiernos de los dos países informaron de la decisión en un comunicado conjunto emitido en Tokio.
Estados Unidos se comprometió particularmente a estudiar el cierre definitivo de la base aérea de Futenma, que forma parte de un conjunto de instalaciones militares establecidas en Okinawa desde 1945, cuando finalizaba la Segunda Guerra Mundial, y cuyo mando se localiza en Hawai, sede del comando del Pacífico.
Los 9 mil marines representan cerca de la mitad de los aproximadamente 23 mil militares estadunidenses estacionados permanentemente en Okinawa, en el sur del archipiélago japonés. Los soldados serán repartidos en la isla de Guam, en el océano Pacífico occidental, en Hawai y en Australia.
En Japón hay unas 90 instalaciones militares estadunidenses, que albergan a unos 47 mil soldados y a todo tipo de cuerpos castrenses, así como bodegas y depósitos de municiones.
Los abusos cometidos por los militares extranjeros en Okinawa han generado un movimiento popular que pide su retiro, pero los gobiernos no han logrado negociar acuerdos concretos.
La base aérea de Futenma es el principal blanco de las críticas porque se encuentra en una zona densamente poblada, junto a la costa. Washington ofreció su traslado a una zona escasamente poblada, pero los japoneses demandan su clausura definitiva.
En el comunicado expedido hoy, los dos gobiernos señalaron que el repliegue de los 9 mil marines es la única solución más viable encontrada hasta la fecha
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Washington destacó en la comunicación conjunta que, a pesar de la reubicación, continúa comprometido a mantener su presencia militar actual y desarrollar su capacidad militar en la parte oeste del océano Pacífico
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El ministro japonés de Relaciones Exteriores, Koichiro Gembam, declaró a los medios que la decisión es necesaria para reflejar una realidad regional en pleno cambio, que tiene como marco el crecimiento del poderío chino.
Los cambios en el ámbito de la seguridad no nos esperarán. Japón y Estados Unidos deben asumir sus responsabilidades, jugar su papel y aplicar los planes rápidamente
, puntualizo Gembam.