Se temía la posible asistencia de jefes de cárteles de las drogas
Sábado 28 de abril de 2012, p. a15
El Paso, 27 de abril. La posible presencia de elementos de los cárteles de la droga en la pelea del mexicano Julio César Chávez y el irlandés Andy Lee, el 16 de junio en el Sun Bowl de la Universidad de Texas, provocó temor entre los organizadores que en principio habían suspendido el combate, pero el rector de esa casa de estudios, Francisco Cigarroa, confirmó que la función sigue en pie.
Un funcionario policial reveló hoy el contenido de un reporte de seguridad, elaborado por la división de inteligencia del Servicio Federal de Inmigración (ICE, por sus siglas en inglés) y Control de Aduanas, entregado a los guardianes del orden en la Universidad de Texas en El Paso, lo cual generó temor y por eso se había cancelado la pelea.
El cambio en la decisión de que el combate Chávez-Lee se diera fue por la presión que ejercieron funcionarios locales, legisladores estatales y el Consejo Mundial de Boxeo, presidido por José Sulaimán, quien la víspera anunció que el duelo se realizaría como estaba previsto inicialmente ante la respuesta positiva de la Universidad.
Según el reporte de la ICE, los líderes de los cárteles de Sinaloa y Juárez estarían presentes en la pelea del hijo de Julio César Chávez, del mismo nombre, lo cual representaba un riesgo más alto de lo normal
, aceptaría Cigarroa, quien no había dado detalles sobre el informe, por lo que en principio no estaba de acuerdo en que se llevara a efecto el pleito.
Ambos cárteles de la droga han librado una guerra sangrienta en Ciudad Juárez, pero en El Paso, aunque es una de las ciudades con menor índice de violencia, la posible presencia de los cabecillas causó alarma entre los organizadores.
Asimismo, el hecho de que el pugilista sinaloense es novio de Frida Muñoz, quien procreó una niña con Édgar Guzmán –ultimado hace cuatro años– uno de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, como reveló el día anterior el alcalde de El Paso, John Cook.
Joseph Arabit, agente especial a cargo de la división de la Dirección Estadunidense Antidrogas (DEA) en El Paso, señaló que su agencia no había recibido reportes de amenazas o riesgo de seguridad que se relacionaran con la función de boxeo.
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