El técnico Miguel Herrera quiere seguir dando cariño a su afición con una victoria más, en el que será su tercero y último clásico del torneo regular –luego de los triunfos ante Pumas y Chivas–, y prometió que buscará los tres puntos para que el orgullo americanista quede intacto y se dejen en el pasado torneos llenos de penurias.

Sin embargo, reconoció que Cruz Azul no es un rival sencillo y descartó una goleada: “Creo que será un duelo disputado, estaremos frente a frente la tercera y cuarta mejores delanteras. Ellos tienen al goleador Tito Villa; a Omar Bravo, un jugador importante... están Aquino... Chaco”.

En su favor mencionó que tiene un plantel muy recuperado, con confianza y hay un excelente ambiente en el vestidor que lo pone en condición de revertir muchas cosas, pero además aseguró que los clásicos están llenos de pasión y no requieren ingredientes motivacionales extras.

Tras dirigir el entrenamiento en Coapa antes de concentrar a su plantel, el Piojo rehusó pensar en un duelo de estrategas con Enrique Meza, aunque admitió que en los recientes partidos ha tenido importantes aciertos al momento de hacer sus cambios, pero recalcó que al final los que deciden sobre la cancha son los jugadores.

Prometió no reservarse nada, a pesar de que podría llegar a la cita sin opciones de alcanzar la cima general si antes gana Santos. La decisión de ir por todo se debe en parte a que el ecuatoriano Christian Benítez lucha por el liderato de goleo.

Señaló también que nadie de la Comisión Disciplinaria ha enviado recomendaciones para moderar sus festejos, luego del beso –al parecer simulado– que Benítez dio a Matías Vuoso: Son circunstancias que manejará Ricardo (Peláez) como presidente deportivo y Yon (de Luisa) como operativo. No llegó nada y no sé si Ricardo tuvo una plática con los jugadores, comentó.