El pleno del Senado recibió el nombramiento de Presidencia del panista Francisco Ramírez Acuña como embajador de México ante España y de inmediato lo turnó a la Comisión de Relaciones Exteriores, que hoy lo dictaminará, ya que la intención es votarlo en la sesión del jueves.

Se dará celeridad al trámite y Ramírez Acuña ni siquiera comparecerá, toda vez que la bancada del PRI aceptó que por cortesía parlamentaria –ya que hasta ayer fue presidente de la Cámara de Diputados–, no esté obligado a presentarse ante los senadores a explicar sus propuestas y a responder sus cuestionamientos.

Lo mismo ocurrió al inicio del sexenio de Felipe Calderón, cuando nombró como embajador a Jorge Zermeño, que en ese momento presidía la Cámara de Diputados. No compareció y sólo se presentó a rendir protesta.

Ramírez Acuña, coordinador del grupo parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados, solicitó licencia al cargo para retirarse a ocupar la embajada de México en España. A pesar de formar parte del equipo de campaña de Josefina Vázquez Mota aceptó el encargo promovido por Felipe Calderón.

Es casi un hecho que el Senado lo ratifique el jueves, ya que la bancada del PRI decidió votar en su favor, pese a la postura en contra de la presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, Rosario Green.