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Hasta los 80 las instituciones eran reflejo de un Estado fuerte: foro

El modelo de salud considera cliente al paciente y al sector un atractivo negocio
 
Periódico La Jornada
Miércoles 25 de abril de 2012, p. 20

La visión reduccionista y economicista de la salud asumida a partir del modelo neoliberal en los años 90, llevó a ver a los pacientes como clientes y al sector como atractivo negocio para las empresas. Este es un esquema que podría profundizarse con propuestas, como las de los candidatos de PRI y PAN a la Presidencia de la República, y otras que se han dado a conocer en las semanas recientes, advirtieron especialistas.

Durante el foro Los grandes problemas nacionales. Diálogos por la Regeneración de México, Oscar Sandoval, fundador del Centro de Análisis y Estudios de la Seguridad Social (CAESS), resaltó que hasta la década de los 80 las instituciones de seguridad social estaban creciendo bien como expresión de un Estado fuerte, constitucionalmente responsable de garantizar el acceso a la salud de la población.

El aumento real en la cobertura llegó a ser de 59 por ciento de los mexicanos, pero en las dos décadas siguientes (1990 a 2010) el indicador bajó a 49 por ciento y ahora se plantea el agotamiento del modelo y se nos dice que no es posible mantener estos derechos, por la insolvencia económica de las instituciones de seguridad social.

A esto ha contribuido una serie de errores en la administración, dijo, como la falta de actualización de las cuotas obrero patronales y las del gobierno, y malas inversiones de las reservas técnicas.

Berenice Ramírez, investigadora del Instituto de Investitaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) comentó que la Constitución determina en su artículo 123 que la seguridad social es un derecho de todas las personas, aunque desde 1943, con la creación del Seguro Social, ha prevalecido la política de vincular este beneficio a la situación laboral del individuo.

Y peor todavía, se ha perdido de vista que la seguridad social es la protección que la sociedad otorga a sus integrantes contra contingencias económicas y sociales derivadas de la pérdida de ingresos –por enfermedad, invalidez u orfandad, entre otros. En cambio, los gobiernos neoliberales han privilegiado la visión de organismos como el Banco Mundial que ven a la seguridad social como las intervenciones públicas y privadas para atender a las personas.

Esto explica iniciativas como la recientemente aprobada Ley de Asociaciones Público-Privadas, con base en la cual el secretario de Salud, Salomón Chertorivski, dijo hace unos días que la salud pública representa hoy una gran oportunidad de participación de la iniciativa privada para impulsar un nuevo modelo de negocios en el sector salud.

Es decir, comentó Luisa Mussot, doctora en ciencia política, que la salud en el país se concretará a través de provisión privada de los servicios públicos. Lo que se anuncia para el futuro, dijo, es la posibilidad de generalizar el esquema de subrogación de servicios a consultorios y hospitales de segundo nivel.

Además están las críticas que con insistencia hacen los políticos y sus partidos –el PRI en particular– de esquemas que ellos mismos avalaron en el Congreso, como el Seguro Popular y la idea de restructurar el sistema nacional de salud.