La expropiación de la empresa española Repsol-YPF en Argentina no sólo es legal, sino legítima, pues no se cumplió con los compromisos pactados cuando se privatizó totalmente el sector energético del país sudamericano, en 1999, afirmaron especialistas del sector energético.

Afirmaron que al menos desde hace una década los gobiernos argentinos habían anunciado la posibilidad de recuperar sus hidrocarburos.

En entrevista, señalaron que hay pruebas suficientes de que se alertó a la compañía española de que estaba incumpliendo los acuerdos, por lo que la decisión asumida por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner está respaldada por la Constitución, pues el abandono en que dejó Repsol la explotación de hidrocarburos en ese país puede ser considerado como un riesgo para la viabilidad económica de Argentina.

Roberto Gutiérrez Rodríguez, experto en producción de energéticos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)-Xochimilco, afirmó que la experiencia de esa nación nos debería llevar a analizar lo que está sucediendo en países como Venezuela, Ecuador, Bolivia y Brasil, pues México debe aprender la lección de esta historia. No siempre hay buenos resultados si se privatiza un recurso natural.

Agregó que el malestar de Argentina con las petroleras se remonta a por lo menos una década. Durante la administración del presidente Néstor Kirchner hubo serios problemas con Shell por los elevados precios de las gasolinas. Ahora, todo parece indicar que el temor de Cristina Fernández es que habiendo territorios donde se han detectado importantes yacimientos petroleros, Repsol no responda con la rapidez que se requiere para atender la demanda del país, que ahora importa gasolinas.

Por su parte, Gregorio Vidal Bonifaz, experto en privatizaciones y petróleo de la UAM-Iztapalapa, destacó que cuando Repsol decidió adquirir 56 por ciento de Yacimientos Petroleros Fiscales (YPF), sabía que en la Constitución argentina se señala que en caso de considerarse como un riesgo para la nación podría expropiarse; esas son las reglas del juego.

Consideró lamentable que el presidente Felipe Calderón olvide que las privatizaciones tampoco han funcionado en México, y que antes que nada debe respetarse la decisión de una nación soberana. Además –insistió–, la determinación asumida en Argen- tina no fue de la noche a la mañana; había claros antecedentes y Repsol no cumplió con la inversión prometida.