as tardes de los años 66-67 del siglo pasado, los chavos las consumían alrededor de un radio o un tocadiscos. Las radionovelas gozaban de un lugar privilegiado entre las habitantes de la capital, pero también el rock ya se había adueñado de dos o tres estaciones radiofónicas. Algunas –Radio Éxitos y Radio Capital– programaban a Mamas & The Papas Johnny Rivers, Animals, Herman Hermit’s, Box Tops, Turttles, James Brown, Doors, Jefferson Airplane, Arthur Brown y, por supuesto, a Monkees, Rolling Stones y The Beatles. Era el tiempo en que la sicodelia, el hard, acid y folk rock ya eran jefes en gabolandia e Inglaterra. En la capital, el rock en español lo trasmitían Radio Mil y Radio Variedades y además había un programa de televisión, llamado Discotheque a Go-Gó; éstos eran los únicos refugios para los jóvenes que gustaban del rock en su idioma. Los grupos que llegaban a oídos de esta juventud eran del calibre de Los Belmont’s, Los Rockin Devil’s y hasta los Babys. Una agrupación destacada fueron Los Hitters, quienes se dieron a conocer con la emblemática canción The Kinks: Hombre respetable; también en las ondas hertzianas se escuchaba un conjunto llamado los Ovnis, que hizo una versión a Enciende mi fuego, de The Doors. Por supuesto, los chavos sesenteros descubrieron después la diferencia entre las letras originales y las interpretadas por los músicos mexicanos.

El pasado fin de semana, la presencia de Hitters y Ovnis trajo una catarata de imágenes sesenteras a los asistentes a Radio Chopo. Como presentador estuvo Humberto Cantú, quien tiene toda una trayectoria en el ambiente del rock de los años 60. Como inicio, Humberto dio una breve semblanza de Los Ovnis –lo mismo haría con Los Hitters–. Primeros en subir al escenario con Armando Vázquez al frente, seguido por Jaime, al bajo; Juan, batería; Vicente, requinto, y Chucho, al piano, todos vestidos con indumentaria al más puro estilo jipi, lo que ayudó a crear la atmósfera para que más de un chavo cincuentón coreará: La última vez, Enrique VIII (varios choperos la cantaron, entre ellos Ramón Castillo y José Luis Pluma) y Enciende mi fuego, entre otras. Al concluir su presentación, un sonriente Armando hizo saber a la concurrencia la redición de su disco Hippies, una compilación doble.

Siguió el turno para Los Hitters, liderados por Menny Muñoz, quien al presentarse resaltó los años de carrera –casi 50– de su grupo y agregó que le daba gusto estar con la banda del Chopo. Al aclarar que el rock no había nacido ayer, reconoció, sin embargo, que en su época éramos muy fresitas y soltó una sonrisa, para, inmediatamente, echarse una ponchada interpretación de La tierra de las 1000 danzas; Menny cantó sus éxitos más recordados: Hierba verde, Alto más alto y Hanky Panky. Uno de los momentos más prendidos fue cuando el guitarrista Ulises de la Torre regaló una versión de Johnny B. Goode. Tarde nostálgica en que hasta chavitos de 11-12 años cantaron a ritmo de Ovnis y Hitters.

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