Washington, DC, 20 de abril. El incremento de la violencia en México comenzó a tener un impacto sin duda alguna sobre el clima de inversiones y el crecimiento económico del país, sostuvo el Fondo Monetario Internacional (FMI). Los dividendos de la paz social serían muy importantes para ese país, afirmó Nicolás Eyzaguirre, director para América Latina del organismo.

Una mayor tasa de crecimiento económico para México, que ha tenido un desempeño menor a la de otros países de la región en los últimos años, depende más de elementos de reforma estructural no de elementos de política macroeconómica, declaró en una conferencia de prensa en el marco de la reunión de primavera del organismo.

Agustín Carstens Carstens, gobernador del Banco de México, sostuvo por su parte que la economía mexicana tiene una posición estable. Mientras, Christine Lagarde, directora gerente del FMI se refirió al desempeño económico del país después de la recesión de 2009 como sorprende y sostenible y ejemplo de que las cosas se pueden hacer bien.

El jueves pasado, Robert B. Zoellick, presidente del Banco Mundial, consideró necesario que el sector privado se involucre en la lucha contra la delincuencia organizada en México a partir de generar más oportunidades de empleo para los jóvenes y de invertir más en el país. La violencia asociada al tráfico de drogas en México también es un problema en cuya solución se debe involucrar el sector privado, aseguró Zoellick, el jueves. No pueden llevarse su dinero e irse a Miami, tienen que hacer que la democracia funcione en su propio país, declaró, al .

El FMI ha observado en diferentes países, y el ejemplo más fresco es el de Colombia, sin querer por ello comparar a Colombia con México, es que conforme la situación de paz social y de control de la violencia mejora se ve un gran interés por invertir, mencionó.

En un entorno internacional que se mantiene complicado después de la crisis de 2009, la economía de México ha logrado crecer a una tasa bastante interesante (3.5 por ciento, se prevé para este año), dijo Eyzaguirre. Todos quisiéramos que fuera más alta, pero en eso hemos coincidido con las autoridades mexicanas de que una tasa de crecimiento más alta ya depende de elementos de reforma estructural, no de elementos de política macroeconómica, consideró.