Esto no es una rendición, advierte al gobierno de Colombia
Viernes 20 de abril de 2012, p. 29
Bogotá, 19 de abril. El máximo jefe del grupo guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño, alias Timochenko, insistió en que quiere hablar de paz con el gobierno colombiano, aunque aclaró que eso no debe ser visto como una rendición, según un nuevo pronunciamiento conocido hoy.
Estamos dispuestos a conversar de paz con el actual gobierno (...) No tememos en absoluto debatir y demostrar que han sido los grandes empresarios del capital y la tierra quienes han renovado una y otra vez su carnicera brutalidad, a fin de firmar grandes negocios sobre la sangre de los desposeídos
, dijo Timochenko, también conocido con el alias de Timoleón Jiménez.
El líder guerrillero, que en las últimas semanas ha hecho declaraciones similares, reiteró el deseo de diálogo en un escrito divulgado por la Agencia de Noticias Nueva Colombia (Anncol), un portal de Internet que desde Europa publica con frecuencia información sobre el grupo armado.
Un proceso de paz con las FARC no puede ser secreto ni a espaldas del país, ha de ser el escenario en el que el pueblo colombiano pueda volver a denunciar y conseguir por fin justicia por tanta barbaridad sufrida
, sostuvo Timochenko, quien en noviembre pasado sustituyó a Alfonso Cano, abatido en una ofensiva militar.
El jefe de las FARC criticó al presidente Juan Manuel Santos por hablar de la posibilidad de un proceso de paz cuando juró el cargo, en agosto de 2010, y semanas después ordenar un ataque que provocó la muerte del jefe militar de ese grupo, Mono Jojoy.
Por nuestra parte, sentarse a conversar no apunta a ningún tipo de rendición y entrega. La reincorporación a la vida civil implica y exige una Colombia distinta. El gran capital inversionista tendrá que asumir que la realidad puesta de presente por la crisis requiere un cambio profundo en su modo de actuar, una nueva manera de relacionarse con los pueblos. Confiamos en que sea esa la voluntad oficial. Así, sin duda, podremos entre todos desenterrar la paz. Sin más ases bajo la manga, Santos
, concluyó el escrito, fechado el 14 de abril.
El mandatario también se ha inclinado en los últimos meses a favor de un diálogo de paz, pero asegura que tomará la decisión cuando las FARC cumplan requisitos como liberar a todos los secuestrados –cuya cantidad es imprecisa–, cesar sus ataques contra la población civil y cortar los nexos con los cárteles de la droga.
Las FARC liberaron hace unos días a los últimos diez militares y policías que tenía secuestrados, tras tener como rehenes a cerca de 500 en los años 90, y anunciaron que no volverán a secuestrar a civiles.
Algunos sectores sociales y políticos miran con optimismo este escenario, pero otros expresan escepticismo y consideran que no está cerca un proceso de paz entre las partes.
El grupo guerrillero, activo desde 1964, ha protagonizado frustrados procesos de paz con gobiernos de varios presidentes