Viernes 20 de abril de 2012, p. 41
Desde hace dos años cerca de 400 estudiantes de la secundaria 126, del pueblo de Zapotitlán, Tláhuac, se han visto obligados a tomar clases en aulas prefabricadas, que cuando llueve se inundan, y en esta época es insoportable el calor. El inmueble anterior estaba dañado desde el sismo de 1985 y sus fallas se acentuaron con la construcción de la línea 12 del Metro, por lo que fue demolido.
Padres de familia acudieron a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) para solicitar su intervención con el fin de exigir a las autoridades que se garantice a sus hijos un espacio digno donde estudiar.
Flor González, quien tiene a uno de sus hijos en esa escuela, aseguró que se trata de la única secundaria del poblado de Zapotitlán, considerada una de las mejores de la delegación, pero la mitad de la población escolar ha optado por cambiarse de plantel, aunque les quede más lejos.