Gastará $25 mil millones en un plan que podría acabar como Enciclomedia
Jueves 19 de abril de 2012, p. 45
El programa de aula base telemática (ABT), que tendrá un costo para el Estado de al menos 25 mil millones de pesos en un periodo de cinco años, refleja la falta de sensibilidad de la Secretaría de Educación Pública (SEP) frente a las verdaderas prioridades del sistema educativo, coincidieron especialistas.
Catalina Inclán, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), resumió: el riesgo es que no sirva para lo que fue planteado; que los maestros no encuentren una herramienta de apoyo, sino de estorbo, y que ocurra lo mismo que con Enciclomedia
, que terminó como un proyecto fracasado que finalmente se enterró
.
Luego de que la dependencia educativa dio a conocer el lanzamiento de la convocatoria del concurso internacional de licitación del ABT, por el que este gobierno y el próximo arrendarán servicios de equipo de cómputo para más de 100 mil aulas de quinto y sexto de primaria, Inclán cuestionó a los funcionarios de la SEP sobre los argumentos que sostienen una decisión de este tipo.
Lo importante, dijo la integrante del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, es tomar decisiones con mayores elementos de juicio para introducir innovaciones tecnológicas y, al mismo tiempo, no generar desequilibrios en estas escuelas, a las que asisten niños que carecen de elementos básicos, como lápices, cuadernos, pisos de cemento, luz, baños y ventilación.
A ellos también se les podría incorporar a estas nuevas opciones, que les ofrecerían un panorama diferente al de su entorno inmediato, pero ni siquiera se piensa, porque no existe sensibilidad
, en introducir innovaciones educativas dirigidas a estos grupos vulnerables.
Muchos de estos escolares carecen de luz, de señal en sus escuelas
, pero eso no puede ser un impedimento para que accedan a las tecnologías; existen celdas solares y otras opciones que permiten incorporarlos, destacó.
Por otra parte, preguntó a la SEP ¿dónde están los elementos pedagógicos que apoyan al maestro para utilizar el ABT, dónde estará el seguimiento de esta iniciativa para el aprendizaje de los niños, o sólo está considerada la licitación y después vemos lo demás?
Cuestionó por qué se hace un proceso de licitación cuando el Instituto Politécnico Nacional o las universidades tecnológicas podrían generar materiales más creativos y estimulantes para el aprendizaje de los escolares.
Por su parte, Claudia Santizo, profesora-investigadora de la Universidad Autónoma Metropólitana, consideró que antes que gastar millonarios recursos en arrendar equipo para algunas aulas de primaria, en el sistema educativo nacional existen otras prioridades, como tener luz en los planteles, comedores, contar con una plantilla de maestros rurales o materiales elementales para la enseñanza –juegos de geometría, cartulinas– que tendrían un costo irrisorio comparado con los 25 mil millones de pesos del ABT.