Lamenta la cúpula que el incidente
de las borracheras haya eclipsado temas de la cumbre
avergonzadopor la conducta del personal de seguridad de Obama en Cartagena
Temen espionaje porque agentes del servicio secreto llevaron una prostituta a una zona segura
Martes 17 de abril de 2012, p. 31
Washington, 16 de abril. La cúpula del ejército estadunidense está avergonzada
por las acusaciones de que personal de seguridad de la Casa Blanca estuvo involucrado en conductas inapropiadas
, afirmó el general Martin Dempsey, jefe del estado mayor conjunto de las fuerzas armadas de Estados Unidos.
Decepcionamos
al presidente Barack Obama, dijo Dempsey un día después de que el Departamento de Defensa informó que cinco militares violaron el toque de queda impuesto en Cartagena, Colombia, adonde viajaron para preparar junto con otras dependencias oficiales estadunidenses la visita del mandatario.
La falta fue cometida por los militares el miércoles 11 de abril, dos noches antes de que Obama llegara al puerto colombiano para asistir a la sexta Cumbre de las Américas, al tiempo que 11 agentes del Servicio Secreto de la presidencia se emborrachaban con prostitutas dentro del hotel donde se alojó el personal de seguridad. A los involucrados les fue suspendida su credencial de máxima seguridad
, según informó hoy la entidad.
Dempsey hizo notar que la indisciplina de militares y agentes de seguridad eclipsó en los medios estadunidenses la información sobre las actividades presidenciales ante sus pares americanos.
Dejamos mal parado al jefe (Obama), porque nadie habló de lo que sucedía en Colombia, sino de este incidente
, afirmó Dempsey.
El diario USA Today, de circulación nacional, señaló que el escándalo mediático eclipsó el viaje de Obama
, que se encontró con una postura unificada de los mandatarios latinoamericanos y caribeños sobre temas como la inclusión de Cuba en las reuniones continentales de jefes de Estado y de gobierno, el reclamo soberano de Argentina sobre las Malvinas y la necesidad de discutir métodos alternativos al consumo de drogas, más allá de la represión militar y policial.
The Washington Post, que ganó el jueves la primicia sobre la fiesta de los agentes de seguridad, destacó hoy en un editorial que el enfrentamiento de los presidentes en torno a Cuba dejó abierta la pregunta de si habrá un séptima reunión
.
La prensa estadunidense puso de relieve este lunes las borracheras de los agentes y la contratación de prostitutas en Cartagena y se hizo eco de las advertencias del presidente de la comisión de vigilancia de la Cámara de Representantes, el republicano Darrell Issa, de que su mal comportamiento comprometió el círculo de seguridad
de Obama, porque las personas con las que se relacionaron en Colombia pudieron poner todo tipo de micrófonos o chantajear.
Al parecer llevaron una prostituta a una zona segura; por eso hay preocupación por posible espionaje o chantaje. Además de que es un comportamiento inmoral, hay preocupación por la seguridad
, puntualizó Issa.
En otras partes del mundo la prensa también se refirió a los líos de los asistentes de Obama y al despliegue de recursos para movilizar al presidente, que requiere de 200 agentes del servicio secreto antes de viajar y otros 200 durante el viaje.
El diario madrileño El Mundo informó que el cuerpo de seguridad probó en Cartagena los alimentos antes que Obama; éste llevó meseros que lo atendieron exclusivamente a él y se negó a comer platillos típicos colombianos servidos a sus pares.
Para el traslado de la delegación estadunidense, compuesta por mil personas, fue necesario desplazar 17 aviones, siete de los cuales son de los más grandes del mundo. También utilizaron 28 vehículos blindados y el mandatario y los funcionarios y asesores que viajaron a Cartagena ocuparon completamente un hotel de la cadena Hilton, de 360 habitaciones; los agentes vinculados al escándalo se alojaron en el hotel Caribe.