Exigen inconformes abrir la competencia para elegir candidatos en el Distrito Federal
Pacto entre Beatriz Paredes y Gutiérrez de la Torre los margina, acusan militantes
Martes 17 de abril de 2012, p. 37
Aspirantes a jefes delegacionales y a diputados locales en la capital del país se manifestaron frente a la sede nacional del PRI para exigir al líder nacional, Pedro Joaquín Coldwell, que les permita competir, ya que el pacto entre la candidata a jefe de gobierno, Beatriz Paredes y Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, los ha marginado. Sin embargo, la protesta derivó en un enfrentamiento con granaderos con saldo de una persona detenida.
Los inconformes exigieron que el proceso sea democrático y acusaron que sus derechos políticos han sido violentados sin que su partido les dé una respuesta. Expresamos nuestro rechazo a los acuerdos bajo la mesa y a espaldas de la militancia
, insistieron.
Entre los manifestantes se encontraban los aspirantes a asambleístas por el distrito cinco, Guadalupe Montes Chávez; por el 10, Jorge García Rodríguez; por el 25, Debra Torrez Alvarado; por el 27, María del Pilar Corona Toledo, y por el 34, Sergio Aranda Melo, así como los precandidatos a jefes delegacionales de la Magdalena Contreras, Heriberto Romero, y de Tlalpan, Cuauhtémoc Sánchez.
Gabriel Eduardo Lara, integrante de la Comisión de Procesos Internos del PRI-DF, acusó que 70 de cada 100 candidatos son para el grupo de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre y 30 para el grupo de Beatriz Paredes
. Todo esto, en alianza con el Partido Verde.
El grupo marchó del Monumento a la Revolución a la sede priísta, donde la negativa a ser recibidos por el delegado especial del partido para el DF, Gustavo Cárdenas, generó molestia entre los inconformes, quienes a las 12:40 horas cerraron la avenida Insurgentes en ambos sentidos, a la altura de Puente de Alvarado, lo que provocó que ocho unidades del Metrobús quedaran varadas y los usuarios de ese sistema de transporte exigieran su retiro.
La llegada de tres camiones de granaderos no amedrentó a los priístas. Los uniformados se apostaron frente a ellos para replegarlos con sus escudos hacia las banquetas, lo que derivó en patadas y empujones.
Posteriormente la policía inició el retiro de los 40 camiones y combis estacionados en la zona, para liberar la vialidad después de las 14 horas. El tráfico fue muy complicado pese a los cortes a la circulación realizados previemente por los uniformados.
Más tarde, los inconformes reclamaron al gobierno capitalino que fueron replegados
por los uniformados sólo porque son priístas, ya que en las manifestaciones del PRD eso no ocurre.