En lo que va del sexenio, el costo de la gasolina en México ha aumentado 39.5 por ciento y la energía eléctrica para uso residencial 21.5, lo que ha impactado la vida de las personas y la actividad empresarial, señala un estudio del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey.

De acuerdo con el organismo, de 2006 a la fecha el combustóleo (que se utiliza para generar energía eléctrica) subió 145.1 por ciento, el diesel 52.7 y la turbosina 65.7 por ciento, lo que obliga a los productores a elevar los precios de sus bienes. Lo anterior afecta su propia competitividad y productividad, sobre todo debido al papel de los hidrocarburos en el eslabonamiento de la cadena productiva.

En el reporte del 13 de abril, el centro de análisis sostuvo que tales incrementos han mermado la capacidad de recuperación económica de México, lo que también afecta la posibilidad de elevar el bienestar social.

“Como ejemplo se tiene el sobrecobro de energía eléctrica calculado por algunos industriales, el cual superó 170 mil millones de pesos durante los cinco años pasados. Lo anterior representa más de 1.2 por ciento del producto interno bruto (PIB), que traducido en inversión productiva –la que genera riqueza y empleo formal– pudo impulsar en 2 por ciento al crecimiento económico.”

En el reporte se considera que la creación de 250 mil empleos adicionales se debió a que no se incurrió en el error de intentar aumentar los ingresos públicos mediante alzas al precio de los derivados del petróleo y de la energía eléctrica.

Precisó que con el alza se afectan rubros esenciales como la agricultura, donde los incrementos promedios del precio de energía eléctrica para el bombeo de agua rebasaron 100 por ciento entre 2006 y el 2011.

Cuando se toma en cuenta que, precisamente, entre de los problemas que han existido en el país están el aumento de la pobreza alimentaria, la elevación de los precios de la comida, la sequía y con ello la limitación en la capacidad de producción del sector agropecuario mexicano, dice el análisis, no es claro porqué se decide mantener aumentos en los cobros de la electricidad, consideró.

Agrega que una de las razones pudiera ser que el sector público necesita mayores recursos financieros para saldar deudas o para hacer frente al gasto.

No obstante, dijo que cuando se revisan las cifras de los ingresos programados contra los reales que el gobierno alcanzó durante los pasados cinco años, se observa que prácticamente en todos ha obtenido excedentes sobre lo originalmente aprobado en la Ley de Ingresos de la Federación.

Tan sólo en 2011 el ingreso superó los 214 mil millones de pesos, y durante los pasados cinco años acumula más de 875 mil millones de pesos.

Lo anterior representa un elevado costo de oportunidad, ya que mientras el gobierno acumula ingresos excedentes, el sector privado debe pagar precios más elevados en energía y combustibles.

El Centro de Investigación en Economía y Negocios cuestionó que el esquema de generación de energía eléctrica esté basado en cada vez mayores concesiones a extranjeros, fundamentalmente porque no repercute en menores precios finales para los usuarios.