Sólo cultivó el bien espiritual y fue objeto de un horrendo crimen
, lamentó Raúl Renán
El 2 de octubre cumpliría 80 años; ese día colocarán un epitafio en su tumba, dijo Vicente Quirarte
Lunes 16 de abril de 2012, p. a11
En el homenaje póstumo al poeta y traductor Guillermo Fernández, asesinado el pasado 30 de marzo en su casa de Toluca, a raíz de un asalto, su coetáneo, el poeta Raúl Renán, pidió que la reunión celebrada ayer en la Sala Ponce del Palacio de Bellas Artes, fuera a su vez un acto de protesta por el horrendo crimen de que fue víctima, y que los culpables sean castigados con rigor por la justicia
.
Fundador con Fernández de la editorial La Máquina Eléctrica, Renán acotó: No puede ser que una persona que sólo estuvo en el mundo cultivando el bien espiritual haya sido objeto de un atentado de esa naturaleza
.
Este homenaje, explicó el moderador Héctor Orestes Aguilar, tendría que haberse realizado el próximo 2 de octubre, para celebrar los 80 años de nacimiento de Fernández
, a quien llamó el más importante multiplicador de la cultura italiana en lengua española
.
Sobre la fecha en cuestión, el poeta, ensayista y narrador Vicente Quirarte anunció que es la voluntad de varios de los que estamos aquí colocar ese día en su tumba, en el cementerio de Toluca, una lápida que contenga un epitafio, para que nuestro poeta tenga un sepulcro que lo identifique y nos permita seguir hablando con él
.
Los integrantes del taller de poesía que Fernández impartía en Toluca, donde se mudó a raíz de los terremotos de 1985, se organizaron para pagar su funeral, y ante su tumba le prometieron que dentro de siete años, cuando sea posible exhumarlo, se cumplirá su voluntad: ser cremado y que sus cenizas sean dispersadas en el Nevado de Toluca, su espacio predilecto de peregrinación
, acotó Quirarte.
Participante en el acto, también exhortó a los presentes a luchar para que de la manera más rápida y eficaz, en cuanto los heraldos negros permitan la entrada a su casa, rescatar sus documentos, archivos y los libros que reunió a través de los años, para que ingresen a una institución que los custodie y haga accesibles
.
También habría que rescatar toda una serie de trabajos que no han visto la luz, agregó Aguilar, coordinador de Publicaciones del Instituto Nacional de Bellas Artes.
Para Renán, la poesía siempre fue su curación permanente de una herida
, mientras Quirarte observó que en los últimos años Fernández regresó a la poesía personal cada vez más breve, antirretórica y seca, cada vez más alta y diferente a lo que había escrito antes
.
Su obra, mantra contra el dolor
También estuvo presente el poeta Jorge Esquinca, quien habló de la trayectoria profesional de Guillermo Fernández, y mencionó que el año pasado se presentó Arca. Poesía reunida, volumen editado por la Secretaría de Cultura de Jalisco, que conjunta toda la obra poética, a partir de su primer libro, Visitaciones (1964).
Si Guillermo Fernández publicó 300 páginas de poesía en medio siglo, su trabajo como traductor de literatura italiana, sin paralelo alguno a nuestra lengua, lo llevó a publicar decenas de miles de cuartillas: No es que Guillermo tuviera cada vez menos que decir como poeta, sino que lo hizo preferentemente por medio de sus traducciones
, apuntó el poeta y escritor Hernán Bravo Varela.
La poeta, narradora y editora Enzia Verduchi lamentó, acongojada: “Nos fuiste cobardemente arrebatado; tus amigos y tus alumnos estamos solos. Entonces, pronuncio como mantra para mi dolencia las palabras Isabel, Estambul y Nueva Zelanda (título de una antología de Fernández, publicada en 2003)”. También amigo de Fernández, el compositor Guillermo Zapata dio a conocer una elegía que le dedicó.