El ex gobernador chiapaneco Pablo Salazar Mendiguchía denunció que el pasado viernes se dio inicio a un nuevo proceso judicial en su contra, sin que las autoridades del estado se lo hayan notificado con oportunidad, y sin permitirle llamar a sus abogados.

Mediante un comunicado, Salazar afirmó que con un total desaseo (...) la noticia y los detalles de la consignación de esta nueva orden de aprehensión circulaban en la prensa local como un hecho consumado desde las primeras horas del 12 de abril, aunque yo me enteré más de 24 horas después, cuando las autoridades estatales se tomaron la molestia de notificarme.

Una vez enterado de las nuevas acusaciones, aseveró, la dirección del penal de El Amate le negó acceso al teléfono con pretextos y evasivas, por lo que no pudo hablar con sus abogados sobre la notificación y la fecha de la diligencia en la que tendría que rendir su declaración. Sólo hasta que presentó de manera verbal un amparo por incomunicación, dijo, le permitieron llamar a su defensa.

En la misiva, Salazar Mendiguchía indicó también que ha sufrido represalias en la cárcel debido al comunicado que difundió el pasado 11 de abril, en donde afirmó que las declaraciones en su contra hechas por el ex fiscal de Chiapas, Mariano Herrán Salvatti, son inválidas, lo cual pone en evidencia el carácter político de mi detención.

Unas horas después de la publicación de dicho documento, alertó, se le informó que ya no podría recibir a sus visitas con privacidad, ya que reinstalarían las cámaras de audio y video que ya habían retirado gracias a la intervención de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

El hecho de que la justicia local haya considerado que existía evidencia suficiente para consignar una nueva orden de aprehensión, pone en evidencia también la funesta complicidad entre el Poder Judicial del estado y los apetitos revanchistas del actual gobernador Juan Sabines, advirtió Salazar.