Andrés Manuel López Obrador, candidato de la izquierda a la Presidencia de la República, dio a conocer su propuesta de fomento industrial, que busca reactivar la economía, generar empleos y proteger la industria mexicana de la competencia internacional desleal, pues –advirtió– el mercado interno ha quedado a merced de las importaciones, y de manera creciente de productos chinos que han desplazado a manufacturas nacionales, lo que ha generado que China sea el segundo socio comercial de México, pero en condiciones desventajosas para nuestra nación, ya que, por ejemplo, en 2010 se exportaron 4 mil 198 millones dólares y las importaciones ascendieron a 41 mil millones de dólares.

Durante su conferencia matutina, afirmó que el formato aprobado para el debate del próximo 6 de mayo tendrá tiempos muy limitados, muchos temas, poco tiempo. Son como espots.

Sobre su compromiso para fomentar el desarrollo industrial, refirió que desde 1983 se puso en práctica una política económica que abandonó del todo el fomento de las actividades productivas en aras de mantener la estabilidad microeconómica y se inició una apertura comercial indiscriminada y sin límites estratégicos.

“En otros países los gobiernos apoyan con subsidios, créditos baratos e impuestos bajos a sus productores, a sus empresarios y a sus industriales; en México se eliminó el fomento a la actividad productiva y en particular al sector industrial [...] y los resultados de esta irresponsable desatención a la actividad productiva han sido desastrosos: en casi 30 años –1983 a la fecha– el crecimiento de la economía ha sido en promedio de 2.3 por ciento y, si se considera el aumento de la población, el ingreso per cápita creció 0.4 por ciento anual, una de las tasas más bajas del continente americano y del mundo”, dijo.

La propuesta –agregó– consiste en que juntos, iniciativa privada y gobierno, reactiven la economía, se crezca a 6 por ciento anual y se genere un millón 200 mil empleos por año.

El proyecto de cinco puntos, afirmó, respetará las directrices del Banco de México. Vamos a respetar la política macroeconómica. Vamos a lograr el crecimiento de 6 por ciento anual sin aumentar impuestos; sin endeudar al país, sin déficit fiscales. Vamos a lograrlo con un plan de austeridad republicana para ahorrar fondos, combatiendo la corrupción y terminando con los privilegios fiscales.

Los cinco puntos son: definición conjunta de una política de desarrollo industrial y aplicación coordinada entre gobierno e iniciativa privada; bajar los precios de gasolinas, diesel, luz y gas; se dará preferencia en compras del gobierno a la industria establecida en el país; se otorgarán apoyos fiscales y crediticios a empresas de ramas industriales en función de la generación de empleos, de la productividad, de la protección del ambiente y del desarrollo tecnológico; y por último, se defenderá a productores nacionales y al mercado interno ante prácticas desleales del comercio internacional.