Consternación en el mundo por el fallecimiento del mediocampista de 25 años
El jugador intentó incorporarse tres veces antes de colapsar durante el partido de la serie B entre Livorno y Pescara
La ambulancia tardó en llegar
Suspenden la jornada del calcio
Domingo 15 de abril de 2012, p. a13
Roma, 14 de abril. El mediocampista Piermario Morosini, del Livorno, murió hoy al sufrir un ataque al corazón en pleno partido de la serie B entre su equipo y el Pescara, por lo que la Federación Italiana de Futbol suspendió los encuentros del fin de semana en todas las categorías.
Morosini, de 25 años, cayó de rodillas a los 30 minutos de juego e intentó levantarse tres veces antes de colapsar en la cancha, donde falleció por un ataque cardiaco.
Me lancé al campo inmediatamente, porque comprendí que la situación era grave. Ni siquiera esperé la aprobación del árbitro. Le realicé un masaje cardiaco y por un momento tuve la sensación que se recuperaba, pero ya no había nada que hacer
, señaló el asistente médico del Pescara, Claudio D’Arcangelo.
Los médicos confirmaron que Morosini nunca recobró el conocimiento, pese al tratamiento intensivo que recibió en el hospital Santo Spirito, de Pescara.
Hicimos todo lo que pudimos para reanimar al chico, intentamos por más de una hora, pero nunca recuperó la conciencia
, explicó Leonardo Paloscia, jefe de la unidad de cardiología del hospital. El domingo se le practicará una autopsia.
Aparentemente, un vehículo mal estacionado demoró la entrada de la ambulancia al campo de juego en el estadio Adriático, pese a que quedó claro que el futbolista ya estaba muerto cuando fue trasladado al hospital. Un minuto más o menos en la ambulancia no habría significado nada. Su corazón se había parado y ya no volvió a latir de nuevo
, dijo Paloscia.
El duelo se suspendió con ventaja 2-0 para el Livorno. Dirigentes y jugadores de este club abandonaron desolados la clínica. En Livorno, fanáticos se dieron cita frente al estadio para manifestar su tristeza.
Pruebas médicas
Pietro Gnudi, ministro italiano de Turismo y Deportes, comentó: Me pregunto si deberíamos considerar realizar pruebas médicas más rigurosas y frecuentes, porque no es aceptable que un joven de 25 años muera de esta forma
.
Sin embargo, se supone que era regularmente monitoreado a causa de sus frecuentes cambios de club. Morosini nació en Bergamo y comenzó a jugar en el club local Atalanta. El centrocampista del Udinese (donde sólo jugó cinco partidos en serie A en 2005-2006) fue cedido a equipos de la serie B: Bolonia, Vicenza, Reggina, Padua y Livorno, adonde llegó en enero.
Jugó con los equipos juveniles de Italia desde 2001 y debutó con el conjunto Sub-21 en 2006.
La jornada 33 de la serie A iba a empezar hoy con el duelo Milán-Génova, suspendido poco antes del pitido inicial y con numerosos espectadores ocupando sus lugares en el Giuseppe Meazza.
El público le brindó un aplauso a Morosini. La fecha se recuperará el próximo miércoles 25, aunque la liga aún no decide si será la jornada 33 o la 34.
Pesar de Blatter
El presidente de la Federación Internacional de Futbol Asociado, Joseph Blatter, se sumó al pesar mediante Twitter. No puedo estar físicamente cerca de la familia, pero quiero subrayar que mis sentimientos están con ellos en este momento
, indicó.
“La tragedia que ha golpeado a quienes lo querían es motivo de dolor para todos los fans del futbol. Son simplemente lágrimas. No hay palabras para expresar lo que sentí cuando escuché sobre la muerte de Piermario Morosini”, añadió Blatter.
El Comité Olímpico Nacional de Italia dispuso además un minuto de silencio en todos las justas deportivas del fin de semana.
Morosini se convirtió en el segundo futbolista profesional italiano en perder la vida en una cancha. Renato Curia, del Perugia, falleció también por un ataque cardiaco, a los 24 años. Giuliano Taccola, de 25 años, colapsó en los vestuarios de la Roma, sin llegar al campo, en 1969.
Hace casi un mes, Fabrice Muamba, del Bolton, se desplomó debido a un paro cardiaco, en cuartos de final de la Copa de Inglaterra contra el Tottenham.
Después de haber estado entre la vida y la muerte, el futbolista de origen congoleño ha mejorado y celebró el pasado 6 de abril su cumpleaños número 24.