El Hospital Adolfo López Mateos del Issste opera a 90 por ciento de su capacidad, aseguró Rafael Castillo, director médico del instituto, quien descartó que la caída de un aplanado, el viernes por la tarde, se haya debido a falta de mantenimiento del inmueble o a una falla estructural.

En entrevista concedida ayer, a un día de que 274 pacientes fueron desalojados del nosocomio porque la caída de la citada estructura, llamada aparente, dañó tuberías de agua y de gas. Atribuyó la causa del desprendimiento de la estructura a los movimientos sísmicos ocurridos en los días recientes y precisó que el deceso de una paciente durante el desalojo se debió a un choque séptico; proceso infeccioso generalizado. Ella padecía diabetes con 25 años de evolución, y presentó una sepsis abdominal, ni siquiera tenemos la certeza de que pudiera ser por la alarma o el estrés, esto fue una lamentable coincidencia.

La tarde del viernes se había dicho que la paciente de 78 años había muerto debido a un infarto, situación que negó ayer Castillo.

El funcionario también subrayó que, justamente el día del incidente, se recibió un informe sobre el estado del inmueble de 42 años de antigüedad, y según el reporte elaborado por las áreas de conservación y mantenimiento del Issste vía empresas especializadas, el hospital no tenía ni había sufrido ninguna lesión estructural, el mantenimiento en sus áreas de estructura y operación era correcto. Esta situación fue impredecible y contamos con la valoración de peritos del GDF y de algunas otras áreas del Issste que lo ratifican.

Castillo insistió en que los movimientos telúricos, particularmente los tres que hubo ese día aflojaron o resquebrajaron el aparente, la cual dijo no es una estructura que comprometa la integridad del edificio, pues es solo la última parte de la presentación de una pared.

“Se supone que con los sismos, el aparente o aplanado de yeso de pared, lo que llaman la última presentación y que es una estructura pesada, se despegó del concreto y cayó de una altura de siete pisos hacia el sótano, sobre máquinas manejadoras de aire que están cubiertas con láminas y produjeron un estruendo, se pensó que era una explosión y en realidad no fue así”, señaló.