A un año de que se mudaron de la casona de Xicoténcatl a su nueva sede, los senadores no han recibido aún formalmente el edificio, pese a que desde hace dos meses lo han solicitado a Banobras, responsable del fideicomiso creado para la construcción y equipamiento del conjunto arquitectónico de Reforma e Insurgentes.

Banobras ha sido más que omiso, dijo el priísta Fernando Castro Trenti, presidente del fideicomiso. Lamentó que la institución financiera no responda a los llamados a la transparencia y rendición de cuentas que ha formulado la directiva del Senado.

Aclaró que el edificio deberá ser entregado a esa cámara como institución, no al presidente en turno, lo cual es poco probable que ocurra antes del 30 de abril, cuando concluye la legislatura.

Castro Trenti detalló que Banobras debe resolver las anomalías y fallas que se han presentado con la constructora porque así está establecido en el contrato, en el que aparece como responsable de la vigilancia, la administración, los recursos y el seguimiento.

Por ser Banobras una institución derivada del poder público, esperábamos que actuara de forma responsable, con un enorme nivel de transparencia respecto de sus obligaciones y responsabilidades en relación con la contratista. Y ha dejado mucho que desear.

En entrevista aparte, el coordinador de los senadores del PT, Ricardo Monreal, advirtió que es inaceptable que el problema se deje a la siguiente legislatura. La directiva senatorial, dijo, debe presionar a Banobras, y si éste no responde, adoptar las acciones legales pertinentes, a fin de avanzar en otros recursos.

Sobre todo, porque los fallos han sido constantes y hay indicios de irregularidades graves, tanto en la construcción como en el equipamiento. Recordó que los muebles de oficina se importaron de España y el mármol de los pisos y escaleras de China, lo que es una vergüenza en una cámara que ha aprobado reformas para proteger e impulsar la industria nacional.

Monreal insistió en que debe haber una investigación a fondo y fincar responsabilidades penales a quienes cometieron irregularidades. Se requiere una auditoría general, porque no podemos irnos sin aclarar todo lo relativo a este fastuoso edificio y a los más de 4 mil millones de pesos que costó.

El petista dijo que insistirá en que el inmueble se done a la Universidad Naional Autónoma de México y el Senado regrese a su vieja sede de Xicoténcatl.