La fuerza de los Hermanos Musulmanes se manifestó contraria a Omar Suleiman
Islamistas y reformistas seculares la ven como una amenaza a la reforma democrática
Sábado 14 de abril de 2012, p. 20
El Cairo, 13 de abril. Miles de egipcios colmaron la plaza Tahrir de El Cairo este día para protestar contra la candidatura a la presidencia del ex jefe de inteligencia Omar Suleiman, en una demostración de fuerza islamista contra la vieja guardia del derrocado presidente Hosni Mubarak.
Los Hermanos Musulmanes –el mayor grupo en el Parlamento– convocó a la protesta luego que Suleiman anunció su candidatura la semana pasada. Tanto los islamistas como los reformistas seculares la ven como amenaza a la reforma democrática.
Suleiman, ¿usted cree que estos son los viejos tiempos?
, gritaron los manifestantes reunidos en la plaza, la cuna del levantamiento que derrocó a Mubarak el año pasado.
El pueblo quiere la caída del régimen
, exclamaron, repitiendo el eslogan usado durante la revuelta contra Mubarak.
El movimiento juvenil 6 de Abril
también llamó a sus seguidores a manifestarse, en paralelo, en el que nombró Viernes de autodeterminación
contra el monopolio islamista en la ahora suspendida Asamblea Constituyente.
Ni el sofocante calor ni el inclemente sol de esta jornada impidieron la movilización de hombres con tupidas barbas y vestidos con cofias y largas jalabiyas (túnicas), acompañados en un segundo plano de mujeres con velos, tanto hiyab como niqab (que cubre todo el rostro).
Los partidarios del 6 de Abril
y otras fuerzas laicas y liberales autodefinidas como revolucionarias se proponen repudiar el dominio islamista en el órgano que redactará la Constitución de Egipto, así como defender la inhabilitación de candidatos presidenciales polémicos.
Aunque desde posiciones políticas e ideológicas contrapuestas, los jóvenes revolucionarios y las dos principales fuerzas islamistas coincidieron en rechazar la postulación de Suleimán, de Ahmed Shafiq y de Amr Moussa, los tres con un pasado vinculado a Mubarak.
Algunos carteles mostraban a Suleiman y Mubarak con la estrella de David, acusándolos de ser agentes de Israel por políticas como el rol egipcio en el bloqueo de la franja de Gaza gobernada por Hamas, que limita con el Estado árabe.
Egipto tiene un tratado de paz con Israel desde 1979, pero la política de Mubarak en la región, en gran medida manejada por Suleiman, recibió críticas en los últimos años de su mandato.
Un consejo de generales del ejército ha gobernado Egipto desde la caída del veterano líder y debe entregar el poder a un presidente electo el primero de julio.
La elección, la primera votación presidencial real en el país, será el 23 de mayo y seguramente tendrá una segunda ronda en junio entre los dos primeros candidatos.
Suleiman niega que su candidatura representa un intento del ejército de seguir controlando un puesto que fue siempre ocupado por ex militares, desde la caída de la monarquía en 1952.