El acceso a una atención médica de calidad para nuestros ancianos demanda reajustar las políticas públicas del sistema de salud, no sólo con más recursos para la atención de primer nivel, la formación de mayor número de especialistas, sino también es urgente abandonar un modelo de atención que ha privilegiado el aspecto financiero y no la calidad de vida de los pacientes, afirmaron especialistas de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Destacaron que con una mayor esperanza de vida –se estima que en México un hombre vive hasta 75 años, mientras una mujer puede alcanzar 77 años de edad– el reto es estar preparados para un acelerado proceso de envejecimiento de la población, pero también para dar una respuesta inmediata a los ancianos que ya están tocando la puerta del sistema de salud.

Jorge Antonio Amézquita Landeros, experto en el sistema nacional de salud e investigador de la UAM-Xochimilco, señaló que se requiere no una acción, sino un conjunto de ellas, bien articuladas para enfrentar la demanda de servicios de salud de calidad de quienes laboraron toda una vida y que hoy enfrentan condiciones cada vez más precarias para sobrevivir.

No se trata, explicó, de quedarnos sólo en la declaración de que hoy vivimos más que a principio del siglo pasado, pues en los años 30, la esperanza de vida era de apenas 33 años, mientras en la década de los 50 se consideraba anciano a un adulto de 42 años. El resultado de este éxito en el promedio de años que se puede disfrutar en una vida; es colectivo, mundial y no representa el logro de un gobierno determinado, pero sí exige acciones concretas y urgentes.

Afirmó que 10 por ciento de la población nacional es mayor de 60 años, y que las principales causas de muerte son diabetes, enfermedades cardiovasculares, algún tipo de cáncer e insuficiencia renal, enfermedad que padecen 15 millones de mexicanos y para la que sólo hay 500 nefrólogos.

Gustavo Leal Fernández, catedrático de la UAM-Xochimilco y especialista en políticas de salud y seguridad social, señaló que la demanda de servicios de salud de calidad para la población de adultos mayores confirma que ni el Seguro Popular ni los programas impulsados por la administración calderonista están atendiendo las necesidades en salud de al menos 10 millones de mexicanos. Ese no es el camino y ha quedado demostrado.

Apuntó que no se requiere ni una reforma financiera ni esperar a la consolidación de un nuevo proyecto nacional, con verdadera voluntad política se podría de forma inmediata iniciar acciones para mejorar y fortalecer el servicio de atención médica en las clínicas de primer contacto, e incluir a médicos y enfermeras en la toma de decisiones de cómo mejorar la atención de los pacientes, una vez que se hayan inyectado mayores recursos.